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Dirección: Tim Burton, Mike Johnson
Reparto: Johnny Depp, Helena Bonham Carter, Emily Watson, Tracey Ullman, Paul Whitehouse, Joanna Lumley, Albert Finney, Richard E. Grant, Christopher Lee
Título en V.O: Corpse Bride
Nacionalidad: Gran Bretaña Año: 2005 Fecha de estreno: 28-10-2005 Duración: 76 Género: Animación Color o en B/N: Color Guión: John August, Caroline Thompson, Pamela Pettler Fotografía: Pete Kozachik Música: Danny Elfman
Sinopsis: Victor Van Dort solo quería gastar una broma cuando puso un anillo de compromiso en el dedo del esqueleto de una mujer. Pero el espíritu de la muerta se lo ha tomado muy en serio y vuelve del Más Allá en forma de fantasma reclamando ser su novia oficial.Fecha de estreno: 28 de octubre de 2005

Crítica

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Si en The Skeleton Dance (Ub Iwerks, 1929), la primera de las Silly Symphonies de Walt Disney, una pandilla de esqueletos bailan al son de La Marcha de los Enanos del compositor noruego Edvard Grieg, adaptada por el genial Carl W. Stalling, en La Novia Cadáver lo hacen al ritmo de la música de Danny Elfman, a medio camino entre la opereta y el jazz canalla. La referencia no es trivial porque, a pesar de su aquilatada y moderna perfección formal, la película de Tim Burton y Mike Johnson nunca se olvida de rendir cuentas con su pasado, mostrando verdadero cariño por la creatividad artesanal de los primeros cartoons, las películas de terror de la Universal de los años 30 y las maravillas del maestro Ray Harryhausen. Así, Harryhausen, se apellida el piano que toca Victor, vértice masculino de un triángulo amoroso donde confluyen el mundo de los vivos y el de los muertos. La iconografía gótica, tan burtoniana desde Bitelchús, predomina en una película que no solo es un precioso poema de amor sino también una insólita reivindicación de la Muerte como una versión corregida, aumentada, mejorada y festiva de una realidad blanquinegra. Tal vez sea cierto que poco añade a la extraordinaria Pesadilla antes de Navidad, pero lo que está claro es que confirma que el universo de Burton, con sus lunas imposibles, sus muñecos delgados y con ojos como platos de porcelana, y sus mariposas de luz, sigue conservando intacta su capacidad poética. Pocos como él saben indagar en la belleza de lo siniestro para luego convertir el universo cotidiano en un lugar tan conmovedor como mágico, un sueño que por fin se ha hecho realidad. Para fans de los cuentos siniestros. Lo mejor: La secuencia del baile de esqueletos. Lo peor: es fácil compararla con Pesadilla antes de Navidad.