Dirección: Alex Kurtzman
Reparto: Tom Cruise, Russell Crowe, Annabelle Wallis, Jake Johnson, Courtney B. Vance, Javier Botet, Marwan Kenzari , Sofia Boutella
Nacionalidad: USA Año: 2017 Fecha de estreno: 09-06-2017 Duración: 120 Género: Acción, Fantástica Color o en B/N: Color Guión: Jon Spaihts Fotografía: Ben Seresin Música: Brian Tyler
Sinopsis: Dos traficantes de antigüedades, Nick Morton (Tom Cruise)y su socio, el Sargento Vail (Jake JOhnson), encuentran por accidente una tumba sellada en Egipto y despiertan a su moradora: la momia de la princesa Ahmanet (Sofía Boutella), que regresa a la vida en una ola de terror y destrucción.
Crítica
El degüello crítico casi unánime e internacional a 'La momia' con el que me desayunaba esta mañana no sólo me motivó más para estar el primero de la cola en la primera sesión, sino que, tras ver la película y habérmelo pasado tan bien como cuando degustaba los cócteles de monstruos clásicos en la tele de pequeño, me lleva a reafirmarme en 1) la extraña desafección, cuando no directamente odio, hacia las formas más palomiteramente pop del entretenimiento de acción fantastique cinematográfico actual y 2) el descorazonador desconocimiento de muchos de esos críticos con respecto a las apropiaciones más divertidas que la cultura popular hizo del imaginario de criaturas gótico-románticas.
Como ya he escrito, 'La momia' es un modélico ejemplo de cine de aventuras con dosis de terror y desfase fantástico que encima pasa de la suma de secuencias frenéticas donde todo vale y el pie está en el acelerador a unas adorables escenas de cháchara egiptológica, arqueológica y esotérica que a quienes eso de ver a tipos hablando sobre maldiciones entre pergaminos y jeroglíficos nos hacen saltar las lágrimas nostálgicas. Algunos opinarán que eso es desequilibrio narrativo, algunos que no deben haber visto las películas de la Hammer sesenteras, claro. Otros, aunque sea únicamente servidor (y no tienen por qué hacerme caso), vemos en ello la estructura del cine de monstruos clásicos en sus etapas más autorreflexivas y más cercanas a los tebeos. Porque es de tebeos, del mundo de los tebeos, de donde nace la gran inspiración de este renacer de la criatura envuelta en vendas y maldita que pudimos vislumbrar por vez primera en relatos de Téophile Gautier y Arthur Conan Doyle. Primera piedra (Rosetta) del Dark Universe que la productora Universal abre para mezclar a todas estas criaturas de la noche icónicas cual si fueran los superhéroes de la Marvel (no hace falta ser un lince para no ver en ese doctor Jekyll/Russell Crowe al Nick Furia de una S.H.I.E.L.D. de lo sobrenatural), 'La momia' no está copiando el modelo Disney sino algo que la misma Marvel de los comics ya hizo en los años 70 cuando Drácula, el monstruo de Frankenstein y el Hombre Lobo tuvieron colecciones independientes que se entremezclaban y en donde los otros seres clásicos asomaban sus terroríficos rostros desde una inteligente y estimulante reformulación. Alex Kurtzman, el director de La momia, guionista de larga trayectoria en el cine y la televisión de género, construye este pasatiempo para fans (y para que Tom Cruise se mantenga, a su edad provecta, en su estatus de corredor de fondo de las acrobacias y el más difícil todavía) con una abierta y nada oculta declaración de amor a lo que maestros de la escritura para las viñetas como Marv Wolfman y Doug Moench hicieron en esa década irrepetible Marvel de los 70. Con todas sus imperfecciones, que las tiene (Kurtzman se desenvuelve mejor con las ideas que en la manera de plasmarlas), 'La momia' ni es el desastre que nos estaban vendiendo, ni la película muerta que he leído tomándome un café a las 7 de la mañana. Y encima es, si se la mira con la atención cinéfila de un fan del fantástico, un insólito remake egiptológico de 'Lifeforce', aquel festín con vampira espacial asolando Londres (igual que la momia la asola aquí). ¿O no es la relación que une al personaje de Tom Cruise con la momia un calco del que ligaba a Steve Railsback con Mathilda May en la obra maestra de Tobe Hooper? Pues eso.