Durante la entrevista que tuve la suerte y el placer de hacerle a Ben Affleck a propósito del estreno de su muy estimable (de discreto eco comercial e incluso crítico) Vivir de noche, adaptación de la novela central de la trilogía que Dennis Lehane dedicó al clan Coughlin, surgió con toda normalidad el asunto de la publicitada película sobre Batman que iba a dirigir además de interpretar el actor. The Batman, que ya se titulaba así, quería volver a los orígenes serie negra del personaje como vigilante y oscuro justiciero, tal como adecuadamente era en las páginas de la publicación Detective Comics. Por ello, Affleck había encargado al propio Lehane un guión que tratara, entre otras cosas (siempre hubo un conflicto moral muy presente), sobre la lucha de un hombre contra una ciudad dominada por la delincuencia organizada. Fui el primero en entusiasmarme con el enfoque (Mystic River en Gotham) y así se lo dije al director de Adiós, pequeña, adiós que llevaba enfundado en el traje negro de Batman unas cuantas películas. Este, como si ya presintiera que iba a estar fuera del proyecto, o que tal vez jamás se hiciera realidad, me contestó: hay un problema, y muy importante. Por mucho que quiera llevar al universo de Batman a su esencia de noir, el estudio y, sobre todo el público, van a querer encontrarse al personaje que han visto en la trilogía de Christopher Nolan o en lo que he estado haciendo con Zack Snyder, y esa es una batalla que no creo poder ganar.

The Batman, el (espléndido hasta en sus defectos) film dirigido por Matt Reeves que se estrena ahora, es la prueba de que Affleck tenía razón. Nos hallamos ante una obra claramente dividida (desequilibrada, igual que los personajes) en dos, como dos son los colores dominantes (negro y rojo) y dos son las caras de la moneda que Bruce Wayne es incapaz de lanzar al aire (Enigma lo hará por él) para decidir si es ángel o demonio para una Gotham que responde a esa metrópoli de vicio, corrupción, mafiosos, policías íntegros y eterna noche tan característica de la novela negra clásica. Existe ese The Batman noir con su voz en off, sus clubes nocturnos, mujeres fatales y capos que es el que más recuerda a lo que Ben Affleck pretendía. Es también la parte de la ambiciosa propuesta de Reeves que más identificamos no solo con el Batman de los años 40 (y con el serial radiofónico, pronto cinematográfico, La Sombra) y con el ya citado escritor de Boston Dennis Lehane (Bruce Wayne no deja de ser un poco como el Joe Coughlin de Vivir de noche, título ya que ni pintado para Batman, y todo lo relacionado con lazos consanguíneos, muerte y redención es puro Lehane), sino con el mismo Reeves del remake de Déjame entrar (otro drama sobre extrañas amistades ambientado en noches eternas y de una dirección limpia, con un estilo muy clásico). Crónica de gánsteres, traidores y ciudades secuestradas por la codicia donde hasta el agua (purificadora, bíblica) de Chinatown (Roman Polanski, 1974) hace acto de presencia. Y donde los fans de los tebeos reconocerán la miniserie de Jeph Loeb y Tim Sale El largo Halloween y la obra maestra guionizada por Ed Brubaker Gotham Central.

La otra mitad de The Batman, en cierto modo lógica porque la película gira alrededor de la dualidad que atormenta a un Bruce Wayne que patrulla las noches con el nombre de Venganza y que es saludado/descubierto por un enemigo especular (el John Doe de Se7en mezclado con el Jigsaw de Saw) como El Hombre Murciélago, es ese peaje Nolan que Affleck vaticinaba: Enigma no deja de ser el Joker de Heath Ledger con un disfraz muy semejante al del Bane de Tom Hardy, no únicamente el Mr. Hyde de Bruce Wayne, sino de nuevo una fuerza desestabilizadora antisistema, lo que en la secuencia de la pandilla del metro y en el clímax final (y el terrorífico uso de las redes sociales) casi convierte al largometraje de Matt Reeves en la inusitada (aunque lógica) secuela del Joker de Todd Phillips.

A lo largo de sus casi tres horas, The Batman se pelea constantemente entre esas dos opciones de acercamiento al justiciero enmascarado. Da a veces la sensación de perderse entre ellas como perdidos andan todos los protagonistas de este gran drama criminal, o mejor: sobre el crimen. Como espectador es una sensación tan extraña como apasionante que te convierte en un huérfano del opus Batman que conocemos, llevándote a un desamparo que en realidad es el del propio Bruce Wayne (un Robert Pattinson saldando con nota el reto). Una película que en realidad solamente tiene dos grandes y espectaculares secuencias de acción (la persecución en moto al coche del Pingüino y el atentado en el recinto deportivo) pero que en nuestro inconsciente parece que no han dejado de sucederse. Suceden, claro, pero en la mente de un Bruce Wayne más parecido a la postre al Al Pacino de A la caza (William Friedkin, 1980) que al creado por Bob Kane y Bill Finger. Pacino descubría finalmente quién era (o en qué se había convertido) mirándose al espejo. El Batman de Robert Pattinson lo descubre frente al cristal (espejo, por supuesto) que encierra en el manicomio de Gotham a Enigma.

Pocas superproducciones superheroicas tan ricas en sus contradicciones y en su bipolaridad, en su clasicismo noir Ben Affleck/Dennis Lehane y en su modélico saludo a Christopher Nolan, como The Batman.

Para vigilantes de las rojas y negras noches de Gotham

Star FillStar FillStar FillStar FillStar

Lo mejor: la huida de Batman de la comisaría.
Lo peor: podía habérsele sacado más partido al Pingüino.

FICHA TÉCNICA

Dirección: Matt Reeves Reparto: Robert Pattinson, Zöe Kravitz, Paul Dano, Andy Serkis, Colin Farrell, Jeffrey Wright, Peter Sarsgaard, John Turturro Título original: The Batman País: Estados Unidos Año: 2022 Fecha de estreno: 4–03-2022 Género: Acción Guion: Matt Reeves, Peter Craig. Personajes: Bob Kane, Bill Finger Duración: 175 min.

Sinopsis: Después de dos años acechando por las calles de la ciudad como Batman (Robert Pattinson) e infundiendo miedo en las mentes perversas de los criminales, Bruce Wayne está sumido en las profundidades de las sombras de Gotham City. Cuando un asesino apunta a la élite de Gotham con una serie de maquinaciones sádicas, un rastro de pistas crípticas lleva al Mejor Detective del Mundo a realizar una investigación en el inframundo, donde se cruza con personajes como Selina Kyle/alias Catwoman (Zoë Kravitz), Oswald Cobblepot/alias El Pingüino (Colin Farrell), Carmine Falcone (John Turturro) y Edward Nashton/alias Enigma (Paul Dano).