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Hace cuarenta años que el director, Guy Hamilton, que enfrentó a 007 con un más que multimillonario villano en 'James Bond contra Goldfinger' (1964) llevaba a Hércules Poirot a una Mallorca (en realidad Grecia) llena de millonarios, estrellas de cine y demás socialités en un misterio criminal no exento de comedia como es 'Muerte bajo el sol' (1982). En el original literario de Agatha Christie 'Maldad bajo el sol', contó en el guión con Anthony Schaffer, el autor de la obra teatral que diera lugar a otro caso de asesinato/lucha de clases, en este caso la genial 'La huella' (Joseph L. Mankiewicz). Maldad y sol, y ahora sí que Grecia, son el eje de 'Puñales por la espalda: El misterio de Glass Onion', también deliciosamente cómica en su despelleje de los ricos y famosos de este milenio: magnates de las nuevas tecnologías, modelos, youtubers, influencers y un etcétera que se reunirá, como mandan los cánones Agatha Christie, pero también de Schaffer, para ser el reflejo de una élite absolutamente vulgar y cretina. Nada es, al contrario, vulgar en la película de Rian Johnson, director que saltó de 'Star Wars' con el título más reivindicable (junto a 'Rogue One') de la franquicia cinematográfica en los últimos años para convertir al último James Bond (Daniel Craig) en un Hércules Poirot sureño, una suerte del asimismo literario Aloysius Pendergast creado por Douglas Preston y Lincoln Child de nada sobrenatural perspicacia, pero sí de una tendencia al slapstick (la escena con la estatua) y a ser el inspector Clouseau que habría confraternizado (pese al choque franco-belga) con Poirot.
Benoit Blanc (Craig como el Nick Charles de Dashiell Hammett con tics Buster Keaton) regresa de nuevo, tras 'Puñales por la espalda', en un misterio que se sonríe ante los giros de guión imposibles, un desenlace “por la cara” y cada una de las piezas de los rompecabezas de excentricidad art decó que Rian Johnson desplega ante su investigador privado mediático, sus sospechosos de asesinato y nosotros los espectadores. Piezas tan endiabladas y divertidas como en el fondo una excusa para ir arrancando capas de esta cebolla de cristal, tan bella, pija, valiosa y a la postre frágil como el trasfondo de sus amos del universo del siglo XXI a quienes prestan una gran vis cómica, autoparódica (Edward Norton: ¿quién de su compañeros de Hollywood no habrá fantaseado con asesinarlo?) una pléyade de intérpretes perfectamente ensamblados en el tablero de juego y donde sería imposible destacar a solo uno de ellos. 'Puñales por la espalda: El misterio de Glass Onion' potencia el humor, tanto el físico, el verbal (esas réplicas y diálogos dignas del Hollywood dorado, dorado como la Shirley Eaton de 'Goldfinger' o los cadáveres bronceados de 'Muerte bajo el sol') como el ácido para jugar con los tópicos del género con la elegancia y el punto justo bitchie de una canción de Cole Porter (el eje de la citada 'Muerte bajo el sol'). Cita a otro compositor mítico, al finado Stephen Sondheim, y no solo teniéndolo presente, como a su musa en el musical y musa del whodunit, fuera como la señorita Marple de Agatha Christie, como la loca de 'Muerte en el Nilo', también a partir de Christie o como Jessica Fletcher, Angela Lansbury, sino con la construcción de la trama siguiendo el Cluedo malvado (sobre Hollywood) que Sondheim y Anthony Perkins crearon para 'El fin de Sheila' (Herbert Ross, 1973).
Para adictos a los misterios criminales con clase que no aguanten al Poirot de Kenneth Branagh
FICHA TÉCNICA
Dirección: Rian Johnson Reparto: Daniel Craig, Edward Norton, Janelle Monáe, Kathryn Hahn, Leslie Odom Jr., Jessica Henwick, Madelyn Cline, Dave Bautista, Kate Hudson, Ethan Hawke País: Estados Unidos Año: 2022 Fecha de estreno: 23–11-2022 Género: Intriga, comedia Guion: Rian Johnson Duración: 139 min.
Sinopsis: Cuando el multimillonario Miles Bron (Edward Norton) invita a algunos de sus allegados a una escapada a su isla griega privada, pronto queda claro que no todo es perfecto en el paraíso. Y cuando alguien aparece muerto, ¿quién mejor que Benoit Blanc para desentrañar todas las capas del misterio?
Consumió cine, televisión, tebeos, bolsilibros y 8 pistas de música disco por encima de sus posibilidades. Rogad por su alma aunque comentan que la vendió tiempo ha por una cena con Eva Green. No le hagáis demasiado caso.