Una de las ideas más estimulantes de 'Los reyes del mundo' es la de desplazar hacia el olvidado territorio rural de Colombia un relato que los códigos del realismo social latinoamericano identifican con las afiladas aristas de una ciudad (en este caso la sintomática Medellín) aplastada por la violencia. Esa decisión es consistente desde un punto de vista político –allí es donde se libró la guerra de las FARC–, pero además también hace posible que el viaje que emprenden estos cinco ragazzi di vita para instalarse en una tierra heredada adquiera un tono mítico, progresivamente fantasmagórico.

Los arrebatos líricos de la excelente película de Laura Mora –después de debutar en 2017 con la no menos notable 'Matar a Jesús'– no pretenden ‘romantizar’ esa vuelta a los orígenes, que tiene mucho de búsqueda imposible de El Dorado, ni tampoco comerciar con la estética de la pobreza, sino potenciar su condición de fábula que sabe conjugar cierta retórica documental con las rimas de la abstracción para describir las contradicciones de un país que se debate entre lo salvaje y lo místico, entre la nostalgia por un futuro posible y el horror de una memoria herida.

Para amantes del cine social heterodoxo

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Lo mejor: el espléndido elenco de actores no profesionales y su aliento poético.
Lo peor: algunos simbolismos (el caballo blanco) demasiado manidos.

FICHA TÉCNICA

Dirección: Laura Mora Ortega Reparto: Carlos Andrés Castañeda, Davison Florez, Brahian Acevedo País: Colombia Año: 2022 Fecha de estreno: 17–3-2023 Género: Drama Guion: Maria Camila Arias, Laura Mora Ortega Duración: 111 min.

Sinopsis: Una historia sobre la desobediencia, la amistad y la dignidad que existe en la resistencia. Rá, Culebro, Sere, Winny y Nano. Cinco chicos de la calle de Medellín.

Headshot of Sergi Sánchez

Escribe y enseña sobre cine como si no hubiera un mañana. Vio “Carrie” a los seis años y aún está aplaudiendo la escena del baile de graduación, aunque en su madurez prefiere habitar los estados benéficos y sonámbulos del cine de Apichatpong. Tiene la habilidad de redactar libros tecleando con un solo dedo.