Dirección: Doug Liman
Reparto: Tom Cruise, Emily Blunt, Jeremy Piven, Bill Paxton, Lara Pulver
Título en V.O: Edge of tomorrow
Nacionalidad: USA Año: 2014 Fecha de estreno: 30-05-2014 Género: Fantástica Color o en B/N: Color Guión: Dante Harper, Christopher McQuarrie, Alex Kurtzman, Roberto Orci, Joby Harold Fotografía: Dion Beebe Música: Darren Rutter
Sinopsis: En un futuro cercano, una raza alienígena conocida como los Mímicos lanza una imparable invasión sobre nuestro planeta. El teniente coronel William Cage (Tom Cruise) es atacado en plena batalla poruna de estas criaturas, lo que le obliga a entrar en un loop temporal: deberá vivir (y morir) el mismo día una y otra vez. Con ayuda de Rita (Emily Blunt), una soldado de las Fuerzas Especiales, Cage tendrá que descubrir una manera de sobrevivir para seguir avanzando.
Crítica
Para Doug Liman, el thriller de espías puede ser un instrumento para reflexionar sobre la identidad o el matrimonio, al igual que el cine de acción puede imaginarse como el patio de juegos idóneo para firmar tratados sobre las posibilidades del espacio —Jumper(2008)— o el tiempo cinematográfico en la era digital.Al filo del mañanaes algo más que Tom Cruise atrapado en el Día de la Marmota: es, con toda probabilidad, el blockbuster más vigoroso e imaginativo de la presente hornada, amén de la trasfusión de lenguaje entre videojuego y cine más exitosa desde la minusvaloradaSpeed Racer(Andy y Lana Wachowski, 2008).
La frescura con la que afronta su notable galería de referentes (desde el clasicismo bélico hasta la ciencia-ficción nipona más avanzada) corona a Liman como uno de los autores capitales del blockbuster contemporáneo, un esteta tan atento a la invasión a gran escala como a la mirada de sus personajes. El hecho de que la mecánica cuántica de su argumento permita invocar, con la misma entereza, a los existencialistas y a Wile E. Coyote debería servir para demostrar la riqueza de una película-evento que siempre parece avanzar a velocidad de crucero. Y si su tercer acto no puede escapar a ciertas concesiones al paladar medio, al menos nos conducen hasta un plano final sencillo en apariencia, pero increíblemente estimulante en sus ramificaciones.