El Teatro Soho CaixaBank de Málaga ha sido el escenario de la compleja trigésimo quinta edición de de los premios entregados por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España. Pandemia mediante, Antonio Banderas y María Casado fueron los encargados de conducir esta entrega de galardones a medio camino entre la fiesta presencial y el evento virtual.
“Aunque sea de forma telemática, bienvenidos”, comenzó un elegante y sobrio Banderas. “Creedme que se os echa de menos, mucho”.
“No hay mayor pesadilla para todos los que somos parte del mundo del cine que la pesadilla de las salas vacías”, indicó antes de contextualizar su presencia y el obligado tono de la noche. “Durante estos meses largos de pandemia no he dejado de preguntarme cuál era mi papel y el papel del mundo del cine, del arte y la cultura en general frente a la cantidad de acontecimientos q se nos venían encima como un tsunami. Somos contadores de historias y eso es lo que inevitablemente haremos. Contaremos la historia de estos días, cada uno a su manera, tratando de entender en toda su dimensión cómo nos ha afectado esta realidad. La profundidad de las heridas abiertas, qué nos emocionó, qué nos hizo llorar, o nos enfadó, o nos asustó y por qué. Tal vez ese sea el inicio de un camino que nos permita prestar un servicio, aportar algo útil al tiempo que nos ha tocado vivir, reflexionando y haciendo reflexionar a través del cine sobre las circunstancias complejas que la vida nos ha puesto por delante”.
“Ese puede ser nuestro granito de arena, dejar testimonio de lo vivido”, sentenció antes de lucirse como anfitrión de su ciudad y explicar que el teatro en el que se celebraba la gala se había levantado en el mismo sitio en el que la cinematográfica Málaga había lucido su primer cine.
Fue el momento en el que salió al escenario la presentadora María Casado, que durante toda la noche se turnaría con el actor en las labores de conducción de la ceremonia con pequeñas intervenciones.
“Nos adaptamos a la vida sin abrazos, pero no nos acostumbramos”, sentenció Casado, subrayando lo mucho que hemos necesitado del cine y las pantallas en este año a distancia.
“De nuestro sector solo se atisba la punta del iceberg de la industria cinematográfica”, apuntó Banderas en otro momento de la ceremonia en la que quiso acordarse de todas las familias que son imprescindibles en la industria pero cuyas profesiones permanecen al margen de alfombras rojas y pesados galardones.
Ricardo Rosado es crítico de cine, periodista cultural, experto en comedia norteamericana, películas de terror de cualquier tipo y todo lo que ocurra entre géneros y formatos. Criado entre películas de Steven Spielberg, y malcriado desde que se topó con David Lynch, lleva una década escribiendo sobre el arte que consume.
En FOTOGRAMAS le leerás comentando los últimos estrenos en salas, fomentando la paz entre fans de Marvel y DC, repasando todas las novedades de Star Wars o sumergido en las profundidades de los catálogos de Netflix, HBO Max, Prime Video y Filmin. También le gusta hacer galerías y rankings de películas y series, pero nadie se fía demasiado de su criterio.
Tras estudiar Comunicación Audiovisual en la Universidad Complutense de Madrid, creó un blog de reseñas cinematográficas con la esperanza de acudir gratis a festivales de cine y pases de prensa. Ahora, tras siete años escribiendo en FOTOGRAMAS sobre los últimos estrenos en salas, las series del momento y cualquier contenido disponible en los diferentes canales de streaming, sigue pensando que mereció la pena.
Frontman de dos vergonzantes proyectos musicales, director de diversos videoclips de bandas de heavy metal madrileñas y autor de no pocos cortometrajes escondidos en la red de redes, es el editor y uno de los orgullosos contertulios del podcast cultural 'Los de al lado de Pumares', espacio que le ha permitido participar como colaborador en otros formatos de radio como 'Estamos de cine' (Castilla-La Mancha Media) y 'El faro' (Cadena SER), además de haberle convertido en una de las voces principales de los vídeos de FOTOGRAMAS.