Ya está aquí. La serie más esperada del año, 'Feud', ha llegado. Y no solo cumple las expectativas sino que aporta un relato interesante más allá del morbo que pudiera ocasionar. Ryan Murphy deja a un lado su parte más petarda, esa que mostró en series como 'Glee' o 'Scream Queens', y nos ofrece una ficción madura y muy bien medida como en su día fue 'American Crime Story', con la que comparte tono e intenciones.
Si la serie sobre O.J. Simpson quiso, aparte de relatar el mediático juicio, hacer justicia a la vilipendiada figura de Marcia Clark, en 'Feud' se hace lo propio con Joan Crawford y Bette Davis. Pese a lo que se pudiera esperar, no se las pinta de bicharracas, al contrario, expone que fueron dos víctimas de un sistema machista como el de los estudios de Hollywood.
Antes de su estreno, Ryan Murphy y sus actrices señalaron dos ideas que han resultado ser el motor de la historia: que no sería un producto camp y que lo que sucedió con Bette y Joan fue muy doloroso para ellas. No hay villanas, no eran víboras, solo dos mujeres luchando por sobrevivir, obligadas a enfrentarse. Este enfoque distancia a 'Feud' de cualquier telefilme barato en busca de lo escabroso y la convierte en una ficción con fondo.
El rodaje de la película '¿Qué fue de Baby Jane?', que alimentó durante meses a la prensa amarilla y se volvió legendario, sirve como contexto para el comienzo de esta disputa, aunque no abarca toda la temporada. Para el tercer episodio, el magistral 'Mommie Dearest' que humaniza a los dos iconos, la grabación de la película ya habrá concluido. Y aquel "¿Quieres decir que podríamos haber sido amigas todo este tiempo?" que pronunciaba Jane, el personaje de Davies, cobra un nuevo sentido entre las lágrimas de Susan Sarandon y Jessica Lange.
Ambas actrices están fantásticas en 'Feud', aunque con ellas pasa algo parecido a lo que les sucedió a las actrices que interpretan con sus papeles en '¿Qué fue de Baby Jane?'; el rol de Bette Davies es mucho más jugoso y lucido para Sarandon que el de Joan Crawford para Lange, del mismo modo que el papel de Baby Jane era infinitamente más llamativo que el de su hermana Blanche.
Por ello, no nos extrañe que sea Susan Sarandon la que acapare nominaciones en los próximos Emmy y Globos de Oro en la categoría de Actriz protagonista de miniserie. Y sería muy merecido. A sus 70 años, la actriz se enfrenta a un reto enorme: emular la voz, las maneras e incluso el rictus no solo de uno de los mayores iconos del celuloide sino también de una de las mejores actrices de la historia.
Hablando de premios, el quinto episodio contará la famosa disputa de los Oscar de 1963, aunque probablemente encontraremos en él una nueva perspectiva más allá del veneno entre dos viejas glorias que retrataron los medios del momento. No podemos esperar a verlo. De momento, 'Feud' resulta una delicia para todos los amantes del viejo Hollywood, o simplemente para aquellos que disfruten con un buen drama que refleje el sufrimiento de las mujeres.
Nací en Wisteria Lane, fui compañero de piso de Hannah Horvath y 'Chicago' me volvió loco porque Roxie Hart soy yo. Tengo la lengua afilada, pero, como dijo Lola Flores, "me tenían que dar una subvención por la alegría".