Aunque han pasado siete años desde el final de 'Perdidos', son muchos espectadores los que siguen recordándola y otros tantos los que la han descubierto después gracias a encontrarla en alguna plataforma de streaming. Estos últimos probablemente no sepan que después del último episodio de la serie se lanzó un epílogo, incluido en la edición en DVD, que trataba de resolver alguna duda... aunque no lo hacía muy bien.

El vídeo en cuestión tenía una duración de doce minutos y nos mostraba a dos operarios de la Iniciativa Dharma que llevaban veinte años enviando los paquetes con víveres que caían en la isla. Primer misterio resuelto. Ante ellos aparece Ben Linus para darles el finiquito, pero tienen preguntas. No hace falta ser muy avispado para darse cuenta de que los guionistas están representando a través de estos atolondrados operarios a los espectadores que seguían haciendo preguntas. Sí, se reíen del espectador descaradamente.

Así, es introducido un nuevo vídeo de orientación de Dharma referente a la Estación La Hidra que habla de los osos polares y otros experimentos relacionados en la isla relacionados con el electromagnetismo de la misma. Nada que no pudiésemos intuir. Sin embargo, tras dejar Linus a estos hombres, le vemos llegar al Instituto de Salud Mental Santa Rosa donde se encuentra con Walt. Y ¡sorpresa! Ben y Hurley le sacan de ahí para llevarle de nuevo a la isla; tienen un nuevo trabajo para él.

Con esta escena se ata, más o menos, uno de los cabos sueltos de la serie que tenía relación con Walt. Durante las primeras temporadas se insistió mucho en que el chico era especial -incluso parecía que tenía poderes- pero al crecer tanto el niño de una temporada para otra, tuvieron que sacarle de la serie. Ahora entendemos que Walt era especial porque estaba destinado a ser el nuevo guardián de la isla.

Y eso es todo. Nada de acción, ninguna frase memorable ni tampoco un nuevo vistazo a las localizaciones hawaianas donde se daba vida a la famosa isla. Un decepcionante epílogo que quizás podían haberse ahorrado, especialmente si su intención era reírse de los insistentes fans que aún reclamaban respuestas.

Headshot of Álvaro Onieva

Nací en Wisteria Lane, fui compañero de piso de Hannah Horvath y 'Chicago' me volvió loco porque Roxie Hart soy yo. Tengo la lengua afilada, pero, como dijo Lola Flores, "me tenían que dar una subvención por la alegría".