Netflix sabe cómo acabar el año por todo lo alto. A escasos días de dar la bienvenida a 2018, estrenó la cuarta temporada de una de las series más exitosas y macabras de los últimos años: 'Black Mirror' ha vuelto, y nos trae seis capítulos nuevos para reflexionar sobre el futuro de la tecnología y sus efectos sobre nuestra sociedad, ya sea centrándose en los programas para encontrar a la persona ideal ('Hang the DJ'), en la capacidad de acceder a nuestros recuerdos ('Crocodile') o en la ¿mejora? de la educación de los niños ('Arkangel').
Pero empecemos por el principio. 'U.S.S. Callister' da comienzo a la nueva temporada, y ya ha sido señalado como uno de los mejores capítulos. Además, no podría ser más adecuado en el momento presente. "Es la hora de televisión que necesitábamos para acabar el 2017", afirma el crítico de Indiewire, que ve en este capítulo de 75 minutos -casi un telefilme- un compendio de los aspectos que marcaron el año y que marcarán este 2018 que comienza. Y no hay otra manera que empezar este artículo que diciendo: 'Black Mirror', la última frontera. Estos son los viajes de la nave estelar de Charlie Brooker en un viaje que empezó hace siete años, dedicado a la exploración de nuevas temáticas distópicas, al descubrimiento de nuevas perspectivas sobre nuestro mundo contemporáneo, hasta alcanzar lugares donde ninguna serie ha podido llegar.
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LAS SOMBRAS DE 'STAR TREK'
'U.S.S. Callister' comienza con una pequeña escena que parece sacada de algunos de los primeros episodios de 'Star Trek', la serie que revolucionó la ciencia ficción en los años 60. Vemos una tripulación ataviada con colores chillones, moviéndose de un lado a otro en la sala de mandos de una nave futurista, con un capitán rubio con una gran confianza en sí mismo y un conflicto de vida o muerte ante sus ojos. Pero esto no es un 'reboot' de la historia de Gene Roddenberry, sino una excusa para hablar de un personaje algo más contemporáneo: el 'nerd' incomprendido.
Conocemos a Robert Daly (Jesse Plemons), un genio informático que creó la fórmula mágica para el juego de realidad virtual más puntero del momento, Infinity. El problema es que todos a su alrededor, incluyendo su socio James Walton (Jimmi Simpson), infravaloran su aportación y le tratan como el rarito de la oficina. Y eso que es uno de los jefes. Para escapar de esa realidad de 'bullying' laboral, Daly ha creado un juego paralelo, sólo accesible para él, que recrea el escenario de su serie televisión favorita, 'Space Fleet' (que viene a ser una suerte de 'Star Trek'), y donde los personajes son sus compañeros de trabajo. Pero no son simulaciones: son clones reales de las personas de la oficina, que Daly ha creado robando el ADN de cada uno de ellos. Mientras las personas reales siguen tranquilamente con sus vidas, una serie de clones con consciencia y recuerdos de su vida permanecen atrapados en una realidad galáctica donde el marginado se ha convertido en el abusador. Plemons interpreta a una suerte de Capitán Kirk, pero poseído por las ansias dictatoriales y de venganza que trae de su vida real. 'Space Fleet' se convierte en su patio de juegos, donde ingresará un nuevo personaje: Nanette Cole (Cristin Milioti), una nueva informática en la oficina y gran admiradora del trabajo de Daly. Pero ni aun así se librará de ser "secuestrada" y trasladada al juego, donde liderará la revolución de los clones para tomar el control de la nave.
Hay quien ha querido ver en esta utilización del universo de 'Star Trek' una cierta crítica a los detalles sexistas de la serie original (las faldas demasiado cortas, el protagonismo únicamente masculino, el prototipo del hombre seductor y las mujeres seducidas…), aunque el propio Brooker ha dejado claro que no se trata de ningún dardo envenenado a los fans de la ciencia ficción clásica. Lo cierto es que el personaje de Daly apunta a un estereotipo que, como todos, tiene una base de realidad: aquellos hombres 'frikis', expulsados injustamente de la vida social por ser diferentes, y que vuelcan en el mundo 'online' la rabia que tienen dentro, dejando patentes unos instintos muy preocupantes. Pero esto son sólo conjeturas, aunque la relación de Brooker con los videojuegos -así consiguió su fama- y las recientes relaciones entre estos y la violencia en los jóvenes (como el caso de la matanza de Connecticut) apuntan a una línea argumental que no es fruto de la casualidad, y que más que criticar a los propios juegos, pone en el punto de mira a aquellos usuarios que están siendo incapaces de separar la realidad de la ficción.
HARVEY WEINSTEIN Y EL 'NICE GUY'
La lectura del marginado y su venganza es la más evidente que puede hacérsele a 'U.S.S. Callister', pero no es la única. De hecho, aquella frase del crítico de Indiewire sobre la pertenencia de este capítulo al final de 2017 iba en otra dirección: el abuso de poder. El capitán Daly hace con su tripulación lo que quiere, ante la amenaza de ser convertidos en monstruos o a través del chantaje emocional. ¿Os suena? Casi parece un reflejo esperpéntico de Harvey Weinstein, sus amenazas de muerte a Salma Hayek por negarse a seguirle el juego o los múltiples chantajes que hacía con directores de casting para que obviaran a actrices como Mira Sorvino, que también se negó a entrar en sus dinámicas de poder. Y curiosamente, no es hasta que toda la tripulación se une en su contra, cuando todos ponen de su parte para derrotarlo, que por fin el dictador es derrotado. Igual que ha hecho falta un artículo del New York Times para abrir el debate y más de 80 mujeres contando sus experiencias para que el abuso sexual en Hollywood se haya puesto por fin sobre la mesa. En este sentido, el primer capítulo de la cuarta temporada de 'Black Mirror' no podía llegar en mejor momento, para ayudarnos a entender las dinámicas de poder y por qué, a veces, las personas se someten al control de alguien por miedo a las consecuencias que puede acarrear no hacerlo. Porque, sin apoyo -en este caso, por estar en juego autónomo sin conexión a Internet-, es muy difícil salir de ese infierno.
Además, el episodio también retrata un prototipo de persona que cada vez nos engaña menos: el 'nice guy'. En 'Colossal', lo último de Nacho Vigalondo estrenado a principios del verano pasado, conocemos a una mujer (Anne Hathaway) que vuelve a su pueblo para recomponerse de su alcoholismo después de haber perdido su trabajo y a su novio. Y allí se encuentra con un amigo de la infancia que la ayuda en todo lo que puede, que se preocupa por ella, que es todo bondad… Hasta que sus aspiraciones románticas son rechazadas. Entonces aparece la verdad: un hombre rencoroso, manipulador e infantil. La tercera ola del feminismo explicaba la actitud de este 'nice guy' como una reacción resentida del hombre que cree que tiene derecho al sexo sólo porque ha sido amable. Esos tipos que piensan que por portarse bien con una mujer han de recibir una compensación. De este modo, Robert Daly esconde su cara sádica en una actitud amable y poco transparente, que se desata contra el personaje de Nanette Cole cuando escucha a escondidas que ella no tiene ningún tipo de interés sexual o romántico en él. Así que este capítulo podría titularse perfectamente "La venganza del 'nice guy'", al que la tecnología permite expandir su sexismo y crueldad sin ser juzgado. Algo que, en nuestras redes sociales actuales, es el pan de cada día.
QUEREMOS UN INTERNET LIBRE
Al final de 'U.S.S. Callister', Daly queda atrapado en su propio juego y la tripulación, capitaneada por Cole, consigue entrar en el espacio conectado a Internet. Curiosamente, una serie que se ha hecho famosa advirtiendo de los peligros de estar conectado inaugura su cuarta temporada exponiendo los peligros de no estarlo. De encontrarse que la red se ha convertido en un espacio limitado, un zulo donde sólo una persona tiene el poder y los demás usuarios no pueden hacer nada para contrarrestarlo. El miedo aquí es no ser capaz de comunicarse con el exterior, de ser demasiado exclusivo, de estar aislado.
Hace un par de semanas que estalló un debate en Estados Unidos sobre la neutralidad de la web, el principio por el cual todos los internautas han de ser tratados de la misma forma. La aparición de una nueva ley que pretende regular este principio y limitar los espacios 'online' -obligando incluso a pagar por ciertos servicios que hasta ahora han sido gratuitos- resuena con fuerza en esta lectura del episodio de 'Black Mirror', aunque esa no fuese necesariamente la intención de sus autores. Ese final feliz, una rara avis en la serie junto con el aclamado 'San Junipero' de la tercera temporada, muestra cuán bello es el infinito que nos brinda Internet. Un lugar abierto a la exploración, con zonas (casi) vírgenes aún por descubrir y que, pese a los pesares, puede ser un espacio de tolerancia e inteligencia colectiva. Ese es el mensaje que lanza en sus últimos minutos sobre la red, y también es el que mandaba 'Star Trek' sobre el universo en su conjunto. Ambos comparten valores y sueños, y demuestra que la elección de la legendaria serie no era una decisión trivial.
Toby Haynes, director de este episodio, ha apuntado en una entrevista para The Hollywood Reporter que existe la posibilidad de rodar un 'spin-off', e incluso una serie completa de aventuras con la capitana Cole. Esa posibilidad sólo es una muestra de lo bien que encaja el capítulo en el momento presente. ‘U.S.S. Callister’ es un suerte de resumen de este 2017 que acabamos de despedir, y un rayo de esperanza para un futuro que, en 'Black Mirror', siempre es muy incierto.

Mireia es experta en cine y series en la revista FOTOGRAMAS, donde escribe sobre todo tipo de estrenos de películas y series de Netflix, HBO Max y más. Su ídolo es Agnès Varda y le apasiona el cine de autor, pero también está al día de todas las noticias de Marvel, Disney, Star Wars y otras franquicias, y tiene debilidad por el anime japonés; un perfil polifacético que también ha demostrado en cabeceras como ESQUIRE y ELLE.
En sus siete años en FOTOGRAMAS ha conseguido hacerse un hueco como redactora y especialista SEO en la web, y también colabora y forma parte del cuadro crítico de la edición impresa. Ha tenido la oportunidad de entrevistar a estrellas de la talla de Ryan Gosling, Jake Gyllenhaal, Zendaya y Kristen Stewart (aunque la que más ilusión le hizo sigue siendo Jane Campion), cubrir grandes eventos como los Oscars y asistir a festivales como los de San Sebastián, Londres, Sevilla y Venecia (en el que ha ejercido de jurado FIPRESCI). Además, ha participado en campañas de contenidos patrocinados con el equipo de Hearst Magazines España, y tiene cierta experiencia en departamentos de comunicación y como programadora a través del Kingston International Film Festival de Londres.
Mireia es graduada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y empezó su carrera como periodista cinematográfica en medios online como la revista Insertos y Cine Divergente, entre otros. En 2023 se publica su primer libro, 'Biblioteca Studio Ghibli: Nicky, la aprendiz de bruja' (Editorial Héroes de Papel), un ensayo en profundidad sobre la película de Hayao Miyazaki de 1989.