A estas alturas el nombre de Unidad de Ciencias del Comportamiento del FBI habrá pasado a formar parte del vocablo común de muchos. También habrán cogido cariño a los agentes Holden Ford (Jonathan Groff) y Bill Tench (Holt McCallany) y hasta es posible que a algún que otro preso. Porque la serie de Netflix 'Mindhunter' ha sido todo un éxito de masas, especialmente con el estreno tras dos años de espera de su segunda temporada.
Esta ficción basada en una historia real sigue los pasos de dos agentes del finales de la década de los setenta que presentaron un pionero proyecto: entrevistar en la cárcel a los asesinos condenados por múltiples asesinatos para poder crear un archivo con perfiles de mentes criminales que permitieran entender mejor la forma de funcionar de estas mentes que todos hoy conocemos como "asesinos en serie". Porque en los 70 todavía no existía este término, ni tampoco uno se planteaba que una misma persona pudiese matar en cadena sin un motivo aparente. Así, hablando con nombres tan terroríficos como Charles Manson, Hijo de Sam o Ed Kemper se fue creando un estudio psicológico que permitió empezar a comprender la psique y los modus operandi de los asesinos.
Pero toda esta historia ha sido posible gracias a un nombre: John Edward Douglas, el agente del FBI que en la década de 1970 revolucionó las técnicas para estudiar las mentes de los asesinos en serie en la vida real. Porque el drama en realidad se basa en el libro de no ficción del mismo nombre, escrito por John Douglas, uno de los agentes reales que formaron parte de esta pionera unidad del FBI. Pero, ¿es verdad todo lo que vemos en la serie?
El mismo Douglas ha revelado durante una entrevista con Digital Spy, que hay algo en concreto que hemos visto en la serie que no ocurrió en la vida real. De hecho, la historia fue incluso más traumática. Se refiere a la escena con la que finaliza la primera temporada de 'Mindhunter', cuando el joven agente Ford sufre un ataque de pánico y tiene que permanecer ingresado. Porque Ford está inspirado en la historia del mismo Douglas.
Pues bien, como ha relatado el escritor, este ataque que sufrió el agente tras que el asesino Kemper le diese un abrazo en el hospital - tras contarle delicadamente que podría matarle si quisiera - no ocurrió. "Kemper nunca habría hecho eso", cuenta Douglas refiriéndose al asesino de 10 personas, incluidos sus abuelos y su madre, que con una delicadeza de vocablos muy envidiable se ha convertido en una de las figuras estrella de los federales. Este tipo de dos metros de alto nada tuvo que ver con el ataque real que sufrió el agente y le tuvo una semana en coma.
Porque sí hubo un ingreso hospitalario fruto de una ansiedad mantenida. Fue en el año 1983. "Al final del último episodio de la primera temporada ves cómo afectó a Holden Ford", dice el escritor de su biografía refiriéndose al ataque de pánico sufrido por su homólogo en la ficción de Neflix. "Pero algo de la historia es diferente. La ansiedad que está sufriendo ahora Holden Ford yo la viví. En esos momentos yo tenía 38 años y estuve cerca de morir en una ocasión, durante el caso del asesino de Green River. Colapsé en mi habitación de hotel".
El estrés le provocó una hemorragia cerebral. "Estuve una semana en coma y al despertar estaba paralizado. Tuve que estar cinco meses de rehabilitación", cuenta Douglas. Por tanto, el ataque, igualmente fruto de un estrés mantenido pero sin un desencadenante específico y sin ataques de pánico de por medio, fue bastante más duradero que el mostrado en la serie, que supuestamente solo está desaparecido un par de días.
Sin embargo, al igual que aparece en la serie y a pesar de la gravedad del diagnóstico, pues podía recaer fácilmente, Douglas volvió a trabajar en los casos del FBI y concretamente en sus entrevistas. En las primeras páginas de su libro, 'Mindhunter: Dentro de la Unidad de Delitos en Serie Élite del FBI', Douglas recuerda el tiempo que pasó ingresado en la unidad de cuidados intensivos en Seattle, donde tuvo que recibir soporte vital como resultado del estrés y ansiedad mantenida.
Otra cosa que no es del todo cierta es la presentación desde los inicios de dos agentes como los encargados de llevar a cabo las entrevistas. No, el proyecto lo comenzó en solitario Douglas. No había un Bill Tench en el que apoyarse (al menos al principio). Lo que sí es verdad es la oposición del resto del FBI al inicio del proyecto, así como la ubicación de la unidad en el sótano de Cuántico.