Los que hayan visto el último episodio emitido en España de 'Vikingos' habrán podido comprobar que Björn escapa con vida de la trampa del nuevo rey de Noruega, Harald, gracias a la aparición de un nuevo aliado pelirrojo Ya a bordo de un barco éste misterioso nuevo amigo se presenta. Se llama Erik. Omite su apodo. Aunque si le cuenta al derrotado hijo de Ragnar que es un proscrito.
Ésta es la historia real de un vikingo llamado Erik Thovaldsson, más conocido como Erik el Rojo, por su color de pelo, que, proscrito, se convirtió en el fundador del primer asentamiento vikingo en Groenlandia. Fue la suya una vida llena de vaivenes. La repasamos a ver si os parece que tiene algo que ver con el nuevo personaje que ha introducido 'Vikingos' en su último episodio, el más vibrante de todos, 'Death and The Serpent'.
Cuenta la leyenda que Erik provenía de una familia noble de Islandia —su propio nombre, también escrito Eirik o Erich, significa ‘jefe’ o ‘personaje importante’. Sin embargo, tuvo que irse de Noruega tras que su padre tuviese un 'problemilla' de venganza. En las luchas por el trono de Oslo apoyó al rey Erik Blodóks (‘hacha sangrienta’) contra las pretensiones de su hermano Harald Gráfell (‘el de la pelliza gris’), que acabó resultando vencedor y fue coronado en 961 como Harald II de Noruega. ¿Os suena este nombre? Pues bien, la familia del joven Erik cayó en desgracia; el padre fue acusado de un terrible crimen y condenado a muerte. Consiguieron huir.
Años más tarde la historia volvía a repetirse. Ahora era el propio Erik quien era declarado proscrito por haber matado a los hijos de un rival de su familia en el transcurso de un combate. Sin un lugar donde residir, decidió adentrarse en el mar en búsqueda de nuevos territorios. Terminó llegando a Groenlandia, donde se estableció con su familia. Eran los únicos que vivían allí y son considerados por la historia los verdaderos descubridores de América.
Al finalizar los 3 años de destierro Erik y su familia volvió a Islandia, contó lo que había encontrado y consiguió que una expedición de veinticinco barcos y setecientos colonos les siguieran a las apreciadas tierras "verdes" de Groenlandia (un título de lo más irónico, por cierto, que puso el mismo Erik para atraer a más gente). Según los datos, en Groenlandia la población máxima alcanzó los 5.000 habitantes, por lo que Erik consiguió engañar a unos cuantos hablándoles de estas tierras verdes. Es más, durante seis siglos hubo gente viviendo allí. Él mismo murió en Groenlandia.