[¡Cuidado! Spoilers de 'Westworld' a continuación]
'Westworld' es como una matrioshka que va abriéndose poco a poco, temporada a temporada, para mostrarnos quién mueve los hilos del mundo en ese futuro no tan lejano que nos plantea. La serie de HBO comenzó en la más pequeña de las muñecas, un parque temático habitado por cyborgs que simulaba el Lejano Oeste más cinematográfico y donde turistas ricos iban a cumplir sus deseos más oscuros. Una fantasía hecha realidad a precios desorbitados y cimentada sobre el abuso cruel a las máquinas. Pero pronto esos esclavos ganaron conciencia y se rebelaron contra sus dueños, mostrándonos las siguientes capas de este mundo: no solo hay más parques, sino que más allá de todos ellos se encuentra el mundo real, donde viven los humanos, donde se sitúa la tercera temporada. Pero, ¿es esa la última de las muñecas rusas?
La serie creada por Lisa Joy y Jonathan Nolan nos obliga a cuestionarnos lo que vemos constantemente, y en los nuevos episodios esta necesidad se intensifica más que nunca. Ya no estamos encerrados en el centro, en la caverna de Westworld, sino que la realidad se ha expandido hasta llegar a un lugar que se parece mucho al nuestro. Pero eso no quiere decir que sea real. ¿Podría ser lo que vemos, desde las rutinas laborales de Caleb (Aaron Paul) hasta la vida de Charlotte Hale (Tessa Thompson), una simulación de la vida real? ¿Nos están haciendo creer que esta es la última de las capas de la realidad? ¿Podría ser esto un Matrix? Y, por otro lado, ¿podría ser esto una suerte de precuela de 'Matrix'?
Lo cierto es que las comparaciones entre la película de las hermanas Wachowski de 1999 y la serie de HBO ya han sido objeto de comparación en el pasado. Ambas beben de un mismo referente: la alegoría de la caverna de Platón. En ella, el filósofo planteó la cuestión de la percepción de la realidad a través de un grupo de prisioneros encadenados desde su infancia detrás de un muro dentro de una caverna, y que creen que las sombras que ven reflejadas en la pared (que manipulan un grupo de personas al otro lado de la estructura) es lo único que existe, que es el mundo. Un día, uno de los prisioneros consigue liberarse y salir a la superficie para comprobar, después de habituarse a los intensos rayos de un sol que nunca antes había visto, que el mundo era mucho más de lo que mostraban aquellas sombras. Es un mito clásico que se podía aplicar tanto a la historia de Neo (Keanu Reeves) saliendo de su simulación como a personajes como Dolores Abernathy (Evan Rachel Wood) o Maeve (Thandie Newton) rompiendo las narrativas que unos guionistas habían escrito para ellas en el parque.
Pero en recientes capítulos de la serie se nos ha planteado otra pregunta: ¿y si lo que hay fuera de esa primera simulación es otra simulación?
En el tercer episodio de la nueva temporada, Caleb se libera por fin de su narrativa y conversa con Dolores. Ella le cuenta que, antes de las leyes de privacidad, la empresa Incite recopiló una numerosa cantidad de datos de cada persona (sus peores recuerdos, ligues, familia, entrevistas de trabajo, aspiraciones, etc.) y construyeron "un reflejo de este mundo" para controlar ya no quién eres, sino "en quién te convertirás". Además, "el sistema ejecuta un algoritmo predictivo" que puede decir cuándo morirás. O, en el caso de Caleb, cuándo se suicidará. "Solo serás obrero o delincuente, porque eso es todo lo que te dejan ser", le dice. Ahora, el personaje tiene que decidir si quiere volver a su vida programada o salir de ella y unirse a la revolución. Es decir, que Dolores es una suerte de Morfeo ofreciéndole la pastilla roja y la pastilla azul. Como vemos, al igual que Neo, escogerá la roja. Lo que nos queda por saber es si ese "reflejo" al que se refiere Dolores es literal, si ambos están ahora mismo en una simulación controlada por el Rehoboam y el mundo real (la próxima muñeca de la matrioshka) es el próximo nivel al que deben acceder. La estructura de 'Matrix' por partida doble. Eso no quiere decir que vayan a estar cortadas por el mismo patrón, pero desde luego comparten algunos parecidos razonables.
En efecto, las dos historias van sobre adquirir conciencia de la realidad, pero lo hacen desde lugares muy distintos. Hay una diferencia clara: en 'Matrix' son los humanos quienes se liberan, mientras en 'Westworld' son los cyborgs. Este detalle permite especular más allá: ¿funcionaría la segunda como una precuela de la primera?
En la película 'Animatrix' (2003), una colección de cortometrajes animados que exploran el mundo de 'Matrix', viajamos al pasado para ver dónde empezó la guerra. Se trata de la época del Segundo Renacimiento, cuando los humanos se empezaron a dar cuenta de que las máquinas desarrollaban inteligencia e incluso alma. Estos seres, creados a su imagen y semejanza, empezaron a mostrar signos de independencia, que sus creadores intentaron aplastar lo antes posible para evitar que quisieran reclamar derechos como seres pensantes en una sociedad que se basa en su explotación. Jugando a los paralelismos entre las dos historias, en este punto de confrontación podría situarse la historia de 'Westworld', un momento de revolución de los seres oprimidos incluso con la ayuda de algunos humanos aliados (Caleb). Si su siguiente paso es darse cuenta de que la forma humana es bastante ineficiente, empezaremos a preocuparnos.
Como vemos, las comparaciones se prestan a varios niveles, aunque no deja de ser simplemente un conjunto de ecos y referencias. Aun así, quizás las enseñanzas platónicas de 'Matrix' nos puedan guiar entre los secretos, misterios y significados de 'Westworld', que sigue siendo una de las series más complejas del momento. Su historia sigue desarrollándose cada semana en esta excitante tercera temporada, que ha cambiado por completo las reglas del juego.

Mireia es experta en cine y series en la revista FOTOGRAMAS, donde escribe sobre todo tipo de estrenos de películas y series de Netflix, HBO Max y más. Su ídolo es Agnès Varda y le apasiona el cine de autor, pero también está al día de todas las noticias de Marvel, Disney, Star Wars y otras franquicias, y tiene debilidad por el anime japonés; un perfil polifacético que también ha demostrado en cabeceras como ESQUIRE y ELLE.
En sus siete años en FOTOGRAMAS ha conseguido hacerse un hueco como redactora y especialista SEO en la web, y también colabora y forma parte del cuadro crítico de la edición impresa. Ha tenido la oportunidad de entrevistar a estrellas de la talla de Ryan Gosling, Jake Gyllenhaal, Zendaya y Kristen Stewart (aunque la que más ilusión le hizo sigue siendo Jane Campion), cubrir grandes eventos como los Oscars y asistir a festivales como los de San Sebastián, Londres, Sevilla y Venecia (en el que ha ejercido de jurado FIPRESCI). Además, ha participado en campañas de contenidos patrocinados con el equipo de Hearst Magazines España, y tiene cierta experiencia en departamentos de comunicación y como programadora a través del Kingston International Film Festival de Londres.
Mireia es graduada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y empezó su carrera como periodista cinematográfica en medios online como la revista Insertos y Cine Divergente, entre otros. En 2023 se publica su primer libro, 'Biblioteca Studio Ghibli: Nicky, la aprendiz de bruja' (Editorial Héroes de Papel), un ensayo en profundidad sobre la película de Hayao Miyazaki de 1989.