Lo llevamos esperando toda la semana. Desde la noche del jueves Ahsoka Tano era el tema de conversación de todos. La protagonista de 'Las Guerras Clon' y 'Rebels', la Padawan de Anakin Skywalker, iba a aparecer en 'The Mandalorian' bajo el rostro de Rosario Dawson. La serie de Disney + ya tiene su Jedi (sin contar a Baby yoda ¿o deberíamos decir ya Grogu?) y, en consecuencia, sables láser. Sí, sables láser porque la espada negra de Moff Gideon no es exactamente eso.
Pero muchos se sorprendieron al ver que el color de las dos espadas de Ahsoka no era ni azul ni verde, por supuesto tampoco rojo, era blanco. No, tampoco era amarillo como el que despide a Rey en 'El ascenso de Skywalker'. Los colores de los sables de los Jedi siempre han tenido cierto significado pero también cierta gratuidad. En un mundo fan tan entregado que sobreinterpreta cada detalle, algunos todavía no se han repuesto de que el color morado del sable de Wimdu fuera solo debido a que Samuel L. Jackson lo quería así porque le gusta el color, y punto.
Pero tras el blanco de Ahsoka hay sí que hay una explicación, más o menos, y los que hayan visto las series de Ahsoka ya se lo imaginan. En sus primeros días Ahsoka tenía un sable Jedi normal pero tras dejar la Orden y esconderse para no ser eliminada tras la orden 66 cambió. En la novela de Ek Johnston, 'Star Wars: Ahsoka' se detalla como tuvo que mantenerse de incognito durante esos años oscuros que sucedieron al alzamiento del Imperio. Los cristales que utiliza para alimentar sus espadas los obtuvo de los Sith, cuyo color rojo no es casual. Ahsoka tuvo que realinear estos cristales con la fuerza y el lado luminoso para utilizarlos y quedaron blancos como resultado, recordando que ella, aunque utilice la Fuerza, tampoco se alinea con la Orden Jedi. Es, aunque no comparta el amarillo de Rey, otro resultado de equilibrio de la Fuerza e independencia de su portadora de cualquier dogma.
No obstante, como la misma Rey, no tenemos que tener dudas en que su alineación es con el lado luminoso de la fuerza, pero tampoco que ahora opera fuera de la Orden. Esperamos volver a ver ese brillo blanco de los sables de Ahsoka muy pronto, de nuevo, en 'The Mandalorian' de Disney +.

Rafael es experto en cine, series y videojuegos. Lo suyo es el cine clásico y de autor, aunque no se pierda una de Marvel o el éxito del momento en Netflix por deformación profesional. También tiene su lado friki, como prueba su especialización en el anime, el k-pop y todo lo relacionado con la cultura asiática. Por generación, a veces le toca escribir de éxitos musicales del momento, desde Bizarrap hasta Blackpink. Pero no se limita ahí, ya que también le gusta escribir de gastronomía, viajes, humor y memes. Tras 8 años escribiendo en Fotogramas y Esquire lo cierto es que ya ha hecho un poco de todo, desde entrevistas a estrellas internacionales hasta presentaciones de móviles o catas de aceite, insectos y, sí, con suerte, vino. Se formó en Comunicación Audiovisual en la Universidad de Murcia. Después siguió en la Universidad Carlos III de Madrid con un Máster en Investigación en Medios de Comunicación. Además de comenzar un doctorado sobre la representación sexual en el cine de autor (que nunca acabó), también estudió un Master en crítica de cine, tanto en la ECAM como en la Escuela de Escritores. Antes, se curtió escribiendo en el blog Cinealacarbonara, siguió en medios como Amanecemetropolis, Culturamas o Revista Magnolia, y le dedicó todos sus esfuerzos a Revista Mutaciones desde su fundación. Llegó a Hearst en 2018 años y logró hacerse un hueco en las redacciones de Fotogramas y Esquire, con las que sigue escribiendo de todo lo que le gusta y le mandan (a menudo coincide). Su buen o mal gusto (según se mire) le llevó también a meterse en el mundo de la gastronomía y los videojuegos. Vamos, que le gusta entretenerse.