• 'Pose' ha dicho adiós definitivamente con el fin de su tercera temporada, y el legado de representación de la comunidad trans en televisión es imprescindible.
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A continuación desvelamos todos los spoilers del final de 'Pose'.

Live, werk... ¡'Pose'! La revolucionaria serie de Ryan Murphy, Steven Canals y Brad Falchuk ha llegado a su fin en su tercera temporada, disponible ya completa en HBO España. Y lo que deja tras de sí es de un valor incalculable: su historia contó con dignidad las vidas de la comunidad LGTBIQ+, y el colectivo trans en particular, desde finales de los 80 hasta casi el nuevo milenio. La realidad de la crisis del SIDA, la magia del 'ballroom' neoyorquino, la necesidad de supervivencia en la precariedad económica, la importancia de la familia elegida cuando la biológica te ha dado la espalda... Todo formó parte de un universo que ahora dice adiós después de haber cambiado, esperamos, el panorama televisivo estadounidense.

La tercera temporada ha tenido sabor a despedida desde su primer episodio. Es normal: tenían siete horas para poner fin a todas las narrativas principales de la serie. Está Blanca (MJ Rodríguez), madre de la Casa Evangelista y alma de la serie, que está estudiando para convertirse en enfermera y está consolidando su relación con Christopher (Jeremy Pope). También está Angel (Indya Moore), que lucha por no volver a caer en las drogas mientras su carrera como modelo flojea y su relación con Papi (Ángel Bismark Curiel) termina de asentarse (vaya, de ponerle un par de anillos al asunto). Y está Elektra (Dominique Jackson), buscando la forma de volver a su estado natural: rica. Y, claro, está Pray Tell (Billy Porter), que debe lidiar con el empeoramiento progresivo de su enfermedad, con un final tan amargo como esperado desde principios de la temporada. Junto a Lulu (Hailie Sahar), Ricky (Dyllón Burnside) y hasta con alguna aparición estelar de la fallecida Candy (Angelica Ross), así se ha despedido 'Pose'.

mj rodríguez y billy porter en 'pose' en una cama de hospital
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El adiós a Pray Tell

Hay una escena en el penúltimo episodio de 'Pose' que lo dice todo: Pray Tell llega a casa, se sienta frente a su tocador y empieza a quitarse muy lentamente el maquillaje, las joyas, todo. Suena 'Say a little prayer' de Aretha Franklin de fondo y tiene sabor a despedida. Es un momento sencillo, alejado de los focos y los vítores del 'ballroom'. Es el personaje quedándose en su esencia, con Porter siendo el mejor actor posible para interpretarle. Se lo toma con calma porque su final ha llegado. Esa será su última noche.

Pero antes, ha habido un poco de lucha. Un ensayo clínico para un nuevo cóctel de fármacos contra el SIDA da resultados muy positivos, y Blanca intenta conseguir uno para ella (que es positiva de VIH) y Pray. Pero, como señala Christopher, nunca ha tenido un paciente negro o latino en este tipo de ensayo, por lo que tienen que presionar a un ejecutivo del hospital y sacar las garras para conseguirlo. Y, aunque lo hacen, la lucha seguirá más adelante: veremos protestas frente al hospital por la falta de acceso a medicinas para las comunidades minoritarias y presenciaremos una violencia policial desproporcionada que se antoja más actual que nunca. Puede que 'Pose' se ambiente hace casi 30 años, pero hay asuntos que aún siguen siendo un problema en Estados Unidos (y en el mundo).

El séptimo episodio termina tras el momento frente al tocador que relatábamos al inicio: Ricky llega a casa de Pray por la mañana y le encuentra sin vida en la cama. Entonces conoceremos que dejó de tomar sus medicinas para dárselas a Ricky, que también estaba empezando a manifestar síntomas de la enfermedad. La muerte del personaje no ha sido una sorpresa para los fans, ni tampoco para sus creadores, que ya sabían que, en algún momento, este trágico momento sucedería. En declaraciones a The Hollywood Reporter, Steven Canals ha dicho: "No es simplemente, Pray Tell tiene VIH, y luego se convierte en SIDA y luego muere. Es un hombre gay negro que toma la decisión de sacrificar su vida para salvar a un hombre negro gay mucho más joven que no tiene acceso a atención médica de calidad. Esa es, en última instancia, la parte importante de la historia: que Pray Tell hizo lo que muchos de nuestros antepasados tuvieron que hacer. Los sacrificios que tuvieron que hacer en los 80 y 90. Ese es el poder de la historia y específicamente de la muerte de Pray Tell".

episodio final de pose
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El legado de Blanca (y de 'Pose')

Tras la despedida definitiva a Pray Tell al principio del octavo episodio, saltamos a 1998 para vivir, ahora sí, el último tramo de la historia de 'Pose'. Hemos llorado, y ahora toca el momento de la esperanza. Con un homenaje a 'Sexo en Nueva York' (y también un par de dardos envenenados a su elenco predominantemente blanco y normativo), Blanca, Angel, Elektra y Lulu se van de 'brunch' para actualizarnos en el estado (feliz) de sus vidas. Blanca cumple cuatro años con Christopher y se ha graduado como enfermera, Elektra sigue amasando su fortuna mientras paga cirugías y medicamentos a muchas personas de la comunidad en necesidad. Angel disfruta de su vida doméstica como madre (del hijo de Papi, que tuvo con su difunta exnovia) y se prepara para volver a trabajar como modelo, y Lulu está completamente libre de drogas y de su novio imbécil mientras trabaja como gestora de impuestos. La vida les sonríe. Y se lo merecen.

Todas se encontrarán una última vez en el 'ballroom', donde sorprenden a Blanca entregándole el premio a Madre Legendaria. También vemos que Ricky está radiante como 'padre' de la Casa Evangelista, que tiene nuevos miembros que seguro que seguirán con el legado establecido por Blanca: ganar trofeos está muy bien, pero lo más importante es cuidar de ti mismo y de tu familia. En ese orden.

episodio final de pose
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Fiel a su espíritu y mensaje, 'Pose' termina con una escena cargada de significado. Blanca sale del 'ballroom' y se encuentra con un grupo de jóvenes que han formado una nueva casa, y que se quejan de que la suya lo haya ganado todo esa noche y que les dan ganas de rendirse. Y así la protagonista suelta el último discurso motivador de su historia. Los echaremos de menos. "No hay secretos ni atajos para el éxito", les dice. "¿Quieres una razón para continuar? Está ahí justo enfrente de ti. Y jóvenes como ellos seguirán viniendo aquí, a la ciudad de Nueva York, tan seguro como que el sol saldrá mañana. Entonces, lo que tienes que hacer es llegar más alto y soñar en grande hasta triunfar". Así, Blanca camina por en medio de la calle (porque es una reina) y alejándose cada vez más de la cámara. Fin.

Quizás 'Pose' haya terminado aquí, pero su legado seguirá viviendo. "Hemos podido hacer visible lo invisible", decía Billy Porter en una entrevista con The Hollywood Reporter, en la que Steven Canals seguía: "Todo lo relacionado con la visibilidad, obviamente, no es solo el legado duradero de la serie, sino que es muy importante. Una de las cosas más importantes al entrar en 'Pose' fue que nosotros, como personas queer y trans, no tenemos nuestras historias plasmadas en los libros de historia: tenemos que salir y tenemos que buscar esa información. Estamos viendo estas narrativas y esta historia desde una perspectiva completamente diferente".

preview for Una serie de Netflix para cada estado de ánimo
Headshot of Mireia Mullor

Mireia es experta en cine y series en la revista FOTOGRAMAS, donde escribe sobre todo tipo de estrenos de películas y series de Netflix, HBO Max y más. Su ídolo es Agnès Varda y le apasiona el cine de autor, pero también está al día de todas las noticias de Marvel, Disney, Star Wars y otras franquicias, y tiene debilidad por el anime japonés; un perfil polifacético que también ha demostrado en cabeceras como ESQUIRE y ELLE.

En sus siete años en FOTOGRAMAS ha conseguido hacerse un hueco como redactora y especialista SEO en la web, y también colabora y forma parte del cuadro crítico de la edición impresa. Ha tenido la oportunidad de entrevistar a estrellas de la talla de Ryan Gosling, Jake Gyllenhaal, Zendaya y Kristen Stewart (aunque la que más ilusión le hizo sigue siendo Jane Campion), cubrir grandes eventos como los Oscars y asistir a festivales como los de San Sebastián, Londres, Sevilla y Venecia (en el que ha ejercido de jurado FIPRESCI). Además, ha participado en campañas de contenidos patrocinados con el equipo de Hearst Magazines España, y tiene cierta experiencia en departamentos de comunicación y como programadora a través del Kingston International Film Festival de Londres.

Mireia es graduada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y empezó su carrera como periodista cinematográfica en medios online como la revista Insertos y Cine Divergente, entre otros. En 2023 se publica su primer libro, 'Biblioteca Studio Ghibli: Nicky, la aprendiz de bruja' (Editorial Héroes de Papel), un ensayo en profundidad sobre la película de Hayao Miyazaki de 1989.