Cuando HBO estrenó 'True Detective' hace una década, por aquel entonces una miniserie, pronto se convirtió en uno de los títulos paradigmáticos de la calidad del canal. Protagonizada por Matthew McConaughey y Woody Harrelson, aquella temporada debut se metió en el bolsillo a crítica y público y estableció un listón tan elevado que luego, cuando se transformó la marca en una antología, sus sucesoras no pudieron ni soñar con estar mínimamente a la altura. Sin embargo, las palabras "True Detective" resuenan todavía tan fuertes que aunque aquella segunda temporada fuese un fiasco y la tercera fuese directamente ignorada, cinco años después de la liderada por Mahershala Ali volvemos a estar expectantes y alerta para comprobar si a la tercera va la vencida. ¿La cita? Desde hoy mismo en HBO Max y Movistar Plus+.

Lo cierto es que este nuevo intento bien podría llamarse 'Noche Polar' a secas, sin llevar el sello de 'True Detective' delante, y funcionar como una miniserie en sí misma, pero entendemos que HBO Max no se haya resistido a la tentación de empujarla con esa marca que antaño fue muy relevante; por mucho que la cuestionemos, también nos provoca cierto morbo venir aquí a ver qué se cuece. Y lo que nos encontramos es, efectivamente, una serie que funciona bien en sí misma pero que poco o nada tiene que ver con aquella de Nic Pizzolatto —que aquí es acreditado como productor pero no está involucrado en la escritura— salvo por unos grandes rasgos.

Tampoco se puede culpar a 'Noche polar' de ello, no en vano los hilos que unen las temporadas de las series antológicas son, a menudo, muy finos y a veces casi invisibles. No están aquí aquellos diálogos grandilocuentes en el coche entre Rust Cohle y Marty Hart que aunque para muchos fuesen un pesado relleno eran, en realidad, el centro y el corazón de 'True Detective'; aunque nos devanásemos los sesos siguiendo las pistas sobre el Rey Amarillo, finalmente nos dimos cuenta que aquel nihilismo pop era lo que de verdad importaba. Sí tenemos, en cambio, otra seña de identidad de la serie: dos protagonistas que siguen un caso mientras que otro del pasado sigue atormentándoles (que tampoco es que sea una fórmula exclusiva que nadie más ha usado).

En esta ocasión a quien seguimos es a Liz Danvers y Evangeline Navarro (interpretadas por Jodie Foster y Kali Reis), dos policías de diferentes cuerpos de Ennis (localidad ficticia de Alaska) que unirán esfuerzos cuando surge un misterio: la desaparición de los ocho hombres que trabajaban en la estación científica de Tsalal. No se sabe qué ha pasado con ellos, pero el hombre que se percató de que no estaban, un repartidor de comida, encuentra en el suelo una lengua cortada que parece humana. Y Danvers cree que puede haber relación con otro caso, el de Anne Kowtok, una mujer inuit que fue asesinada y apuñada siete años atrás, a la que le cortaron la lengua. Navarro fue quien llevó aquel caso que nunca se resolvió y la culpa le pesa como una losa.

true detective temporada 4
HBO

Detrás de esta nueva 'True Detective' se encuentra la cineasta mexicana Issa López ('600 millas', 'Vuelven'), quien ha optado por este gélido entorno e introducir, además del folklore local, elementos que parecen sobrenaturales o inexplicables, lo cual nos recuerda a otra propuesta que también vimos en Movistar Plus+, la británica 'Fortitude', que también sucedía en el Ártico, pero en Noruega en su caso. Por delante, seis episodios (la emisión termina el 26 de febrero) para descubrir si las piezas encajan bien o si la cosa de va demasiado de madre. Pero, por el momento, 'Noche Polar' tiene buenos mimbres para que nos quedemos: protagonistas bien interpretadas y con algún secretillo (aunque Danvers a veces roce el cliché de poli innecesariamente desagradable o resentida) y un caso suficientemente interesante, además de un contexto atractivo.

Que 'True Detective: Night Country' no tenga demasiado que ver con la 'True Detective' germinal no debe causar sorpresa a estas alturas. Y casi mejor, porque si ni siquiera Pizzolatto pudo replicar su propia escritura opresiva y llena de florituras para una segunda temporada, que otro lo intentase parecería directamente un fanfic. Así, una década después quizás sea el momento para que aceptemos que esto es otra cosa que puede ser buena en sus propios términos y sin comparaciones, aunque estás sean imposibles de trazar no solo con su referente más directo sino con tantas y tantas series del mismo corte. Al menos, deja una lección para 'Juego de tronos': esta serie sí consigue retratar la noche de forma apabullante y sugestiva, no como aquel episodio de batalla donde no se veía un pijo (muy buen episodio, una cosa no quita la otra) o aquel de 'La casa del dragón' donde pusieron ese filtro azul extrañísimo. Curiosamente, lo hace mejor que el día, porque esa primera secuencia en la nieve del episodio piloto con la estampida de los alces, donde algún CGI canta La Traviata, no es algo para enorgullecerse.

Headshot of Álvaro Onieva

Nací en Wisteria Lane, fui compañero de piso de Hannah Horvath y 'Chicago' me volvió loco porque Roxie Hart soy yo. Tengo la lengua afilada, pero, como dijo Lola Flores, "me tenían que dar una subvención por la alegría".