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'Entrevías' llegó anoche en Telecinco convertida en uno de los mayores éxitos de ficción nacional recientes (también gracias a su paso por Netflix) y con un final que no daba tregua a sus seguidores. Tirso, el personaje de José Coronado, se veía una vez más contra las cuerdas, obligado a elegir entre la familia o asestar un último golpe. Llegaba así hasta un desenlace trepidante que su creador, David Bermejo, califica como feliz, a pesar de que el protagonista falleciese en la escena final. Con él hemos hablado para que nos desvele todas las claves de guion del cierre de la serie.
"Toda la cuarta temporada parte de un debate entre Tirso padre y Tirso soldado", expone Bermejo, "Tiene una sed de venganza y un dolor por lo que le ha sucedido a Irene que necesita actuar como un soldado, pero su familia, con la que se ha reconciliado a lo largo de las temporadas, le va arrastrando hasta el lado del bien, de la sensatez y de cuidar a los suyos. Pero Tirso es un león y ha nacido para la guerra; los personajes de su alrededor intentan domesticarlo y a veces lo consiguen. Siempre tuve claro que, en esa dicotomía, tenía que ganar el Tirso guerrero. La decisión era si el guerrero lograba lo que quería o no; cómo hacerlo. Pero lo que le da el motor a la historia es que cuando él tiene una misión es un soldado".
Así, el episodio final volvía a centrarse en esa dicotomía que nos explica el guionista, las dos pulsiones de Tirso, y va cambiando de rumbo varias veces en el transcurso de los hechos: "Las dicotomías no se plantean como una decisión interna, sino que el personaje toma una decisión, ve que se ha equivocado y cambia de camino. Esos cambios de parecer se van acelerando a lo largo de la temporada, hasta que llega el punto en el que le convencen para operarse. Tirso acepta esa realidad, pero es el propio asesino el que va a él en el hospital y tiene que cambiar de idea e ir a por él. Ahí piensa "tengo que morir como un soldado, no en la cama de un hospital, sino en acción". Y cuando piensas que va a fallecer en acción, el giro es que vence y no fallece, no necesita ese sacrificio. Y cuando piensas que Tirso va a vivir mucho tiempo, pues fallece de muerte natural cuando no lo esperas. Es un juego de expectativas contrarias".
De este modo, Tirso planea morir matando, encerrando a Romero en El Colorado cuando este va a ser demolido, aunque finalmente Ezequiel le salva. La elección de esta localización, cuenta David Bermejo, tiene mucho de simbólico: "Tirso y ese lugar son un poco lo mismo. Es un sitio que ha sido el centro del barrio, una manera de vivir, unos almacenes de trenes que han vivido una época floreciente en el pasado, y ahora ha llegado el momento de derribarlo y hacer algo nuevo, que posiblemente no sea mejor que lo que había o traiga nuevos problemas. Y Tirso es eso, es la vieja escuela. De hecho, el primer capítulo de la serie se llama "Un cabronazo de la vieja escuela". El leitmovit de los últimos capítulos es ese paralelismo".
Sin embargo, lo más importante del final de 'Entrevías' venía después, pasado ya ese combate final entre Tirso y Romero que se saldaba con la muerte del villano. Poco después, Tirso moría también, pero en el sillón de su casa y en paz. "Muchas veces las cosas que tienen que suceder no las eliges tú, sino que son finales redondos y son lo que tienen que ser. La serie desde su inicio está concebida como una historia de amor de un abuelo y su nieta, entonces había que darle un final a eso. La muerte de Irene imposibilitaba que pudieran estar juntos y felices para siempre, pero había una manera de lograr eso: que Tirso falleciese y viésemos un último reencuentro. Esto se salta el realismo absoluto que tiene la serie hasta ese momento, pero me parecía que era una necesidad. No podíamos cerrar sin Irene porque la serie arrancaba con ella. Pensé esa posibilidad entre otras muchas y esa era la que mejor funcionaba".
Pero para que Tirso encontrase esa paz en su muerte no solo hacía falta un reencuentro con su nieta. "Cuando él fallece, ves que todos en su familia han encauzado sus vidas y que lo que Tirso había escrito en el cuaderno se ha cumplido: Jimena ha superado la muerte de Irene, está empezando la fundación y recuperando a su nieto, Nelson es feliz con su hijo y tiene una nueva vida que vivir en España, Gladys también es feliz... Todos los grandes problemas se han solucionado y Tirso puede morir tranquilo".
En cambio, lo que Bermejo eligió para el personaje de Luis Zahera iba por otro lado: "Ezequiel tenía que seguir siendo Ezequiel. Él ya había resuelto sus tramas en el capítulo anterior, así que no me preocupaba que tuviese un cierre tan grande en este último capítulo, porque su esencia debía permanecer y que pienses que te lo puedes encontrar por las calles cuando vayas a Entrevías. La familia, en cambio, sí tenía que resolver sus conflictos".
Así pues, tras dar mucha guerra, el personaje de José Coronado encontraba descanso. "Yo creo que es un final feliz", valora el creador de la serie, "Como decía, la serie siempre fue la historia de amor del abuelo y su nieta y ese reencuentro es un final feliz, aunque se produzca en el más allá. En el capítulo, dice que tiene que matar a Romero porque le quitó a Irene y nunca la tendrá en sus brazos. Y, al final, la tiene en sus brazos cuando fallece. Ese momento para Tirso es de plenitud. Ha dejado todo en orden y ha muerto tranquilo. Pues es un final feliz".
Nací en Wisteria Lane, fui compañero de piso de Hannah Horvath y 'Chicago' me volvió loco porque Roxie Hart soy yo. Tengo la lengua afilada, pero, como dijo Lola Flores, "me tenían que dar una subvención por la alegría".