- Las 65 mejores series de Amazon Prime Video en España
- Las 50 mejores series españolas de la historia de la TV
- Las 30 mejores series románticas y de amor de la historia
Ricardo Gómez ha crecido ante nuestros ojos. No solo físicamente, sino también como actor, convirtiéndose en uno de los talentos más asentados de la industria española: tras su paso por 'Cuéntame cómo pasó', nos mostró su madurez en la serie 'La ruta' y ha participado en películas recientes como 'Venus' o 'Soy Nevenka'. Antes, fue nominado al Goya por '1898: Los últimos de Filipinas' y con la obra de teatro 'Mammón' ganó el Fotogramas de Plata. Y ahora le podemos ver en la segunda temporada de 'Citas Barcelona' en Prime Video, donde protagoniza un peculiar encuentro romántico con Anna Castillo.
¿Qué destacarías de este episodio de 'Citas Barcelona'?
Lo bueno de 'Citas Barcelona' es que tiene situaciones muy particulares, pero que no tienen una ambición narrativa muy loca. Su virtud está en que propone una situación, que a veces es un poco más rocambolesca que otras, y que desnuda mucho a sus intérpretes. Eso es lo que me interesaba. En la cita que tenemos Ana y yo, el artefacto de que suceda en un tanatorio y que nazca de un malentendido, ya trae consigo el humor. Y, luego, la enjundia de la cita es la conexión y la química que tienen estas dos personas, que no se conocían y estaban hablando por una aplicación de citas, y que en un escenario lo más absurdo posible se dan cuenta de que conectan.
Ana y tú tenéis muy buena química en la serie. ¿Es algo que tiene que surgir de forma natural o de alguna forma se puede falsificar como actores?
Yo creo que sí se puede falsificar, lo que pasa es que es muy laborioso. La química creo que tiene que ver mucho con cómo somos como personas más que como actores. Cuando te toca trabajar con alguien con quien conectas menos, tienes que hacer natural algo que de por sí es artificioso. Tienes que construirlo, no viene dado. En el caso de Ana y mío, nos llevamos bien, tenemos muchos gustos en común, nos gusta vernos y charlar, así que cuando tienes una relación así con alguien y sabes que hay una conexión, es mucho más fácil acceder a esa química.
En el episodio, se dice que uno de los personajes es más de estar siempre en pareja y otro de ir por libre, ¿cómo eres tú?
Yo no me pongo etiquetas, depende del momento de la vida en la que me pille.
¿Cómo es tener una cita contigo?
¿Conmigo? No sé, tendrías que preguntar a quien las haya tenido... Comer bien, beber bien y reírnos. Esos serían mis tres pilares para una buena cita. También se puede pedir una conversación interesante, pero como anexo.
¿Es complicado ligar cuando eres conocido? Cualquier persona que vayas a conocer ya que tiene una imagen preconcebida de ti, ¿supone eso un hándicap?
Sí es un hándicap, pero no solo para ligar, sino para todo en la vida. Al final uno acaba desarrollando una especie de radar para poder detectar a quién le está interesando lo que representas, lo que se supone que eres a nivel mediático o a nivel superficial y quién realmente comparte un tiempo contigo porque le interesa quién eres tú. Tengo un radar muy desarrollado, desde hace muchos años, para poder detectar eso. Seguramente me equivoque muchas veces y otras a lo mejor me la cuelan, pero lo tengo bien entrenado.
En 'Citas Barcelona' has tenido la oportunidad de rodar en catalán, que hace tiempo habías expresado que tenías ganas de hacerlo. ¿Cómo ha sido la experiencia?
Lo que cuesta más es controlar esa vocecilla que tienes por dentro de 'Ay, ¿estará quedando bien?, ¿estará quedando natural o parecerá impostado porque no es tu lengua materna?'. Cuando trabajo en castellano, depende del momento en el que me pille, puedo tener más o menos inseguridad, pero con la experiencia he aprendido controlarla cuando aparece. Aquí era mucho más bestia, porque además de a nivel interpretativo estaba esta cosa extra de que no fuese mi idioma, pero me gustó mucho tirarme a la piscina. Me ayudaron mucho la directora, Gemma Ferraté, y Ana Castillo. Yo les decía: 'Cualquier cosa que veáis que no, por favor, decidme, que no quiero hacerlo mal'. Y me alegro mucho de haber tenido la oportunidad.
Este año cumpliste los treinta. ¿Cómo te ves en este momento vital y laboralmente?
Lo llevo bien. Es una edad en la que uno empieza a plantearse si está donde se imaginaba que estaría cuando tuviese 30 años. Pero eso es una de las peores cosas que puedes hacer, porque cuando miras hacia el futuro siempre lo idealizas. Luego llegas y dices, pues la realidad es esta. Pero eso no quiere decir que valga menos que tu idea preconcebida y idealizada de hace años. Me encuentro bastante bien, tranquilo. Profesionalmente estoy muy contento. He estrenado este año 'Soy Nevenka' en Donosti, que ha funcionado muy bien y me han llegado muchos mensajes preciosos de gente que ha visto la película, ahora es la primera vez que trabajo en catalán en 'Citas Barcelona' y he podido trabajar con Ana, que llevábamos mucho tiempo diciendo de currar juntos, y tengo cosas pendientes de estreno y de rodar. No me puedo quejar.
¿Has sentido la necesidad en algún momento de distanciarte de Carlos Alcántara y de 'Cuéntame', como le ha pasado a otros actores infantiles (por ejemplo, Miley Cyrus) que buscan romper esa imagen?
Yo nunca he sentido un rechazo ni una necesidad de apartarme de una manera virulenta, no. Solo he sentido la necesidad de continuar con mi carrera, de no sentir que mi carrera había llegado a su techo a los 22 años. Nunca he tenido la la necesidad de romper con 'Cuéntame', sino de evolucionar. En ese sentido, no ando nada peleado con la idea. Evidentemente, hay mucha gente que me recuerda, que me reconoce y que me asocia a 'Cuéntame' y eso es una cosa que sé que pasará toda la vida y convivo muy bien con ello. Y cada día es más la gente que me conoce por nuevos proyectos. Pero cómo me va a sentar mal si me hablan de 'Cuéntame', que es una serie que ha acompañado a la gente en la televisión en abierto durante veintipico años.
Aparte de la interpretación, ¿tienes ganas de aventurarte en alguna otra faceta, como el guion o la dirección?
Sí. Tengo un proyecto que estoy desarrollando ya desde hace cinco o seis años y que está en la fase final de la financiación. La financiación es un mundo de pesadilla, es muy complejo y estoy aprendiendo a cultivar la paciencia, que no es un atributo mío que venga de serie. La intención sería poder rodar en cuanto se termine de completar la financiación. Es un proyecto que he escrito yo y que dirigiré, si los planes se cumplen. Disfruto mucho escribiendo y tengo muchas ganas de pasar al otro lado de la cámara.
¿Se puede saber ya de qué va o el género?
Todavía no, pero más que nada porque no quiero como que la gente se aburra de escuchar esto hasta que no sea el momento. Pero es un drama con tintes de thriller.
Decías que la paciencia no es uno de tus atributos. Si tuviésemos que rellenar tu perfil en una aplicación de citas tipo Tinder, ¿qué cualidades tuyas pondrías?
A ver... Yo creo que tengo buen sentido del humor, que para mí es una de las cosas más importantes en las personas. Y soy puntual, que es algo que destacaría en Tinder.
Nací en Wisteria Lane, fui compañero de piso de Hannah Horvath y 'Chicago' me volvió loco porque Roxie Hart soy yo. Tengo la lengua afilada, pero, como dijo Lola Flores, "me tenían que dar una subvención por la alegría".