El anime está en su mejor momento. Y no, no lo decimos porque el anime de ahora sea mejor que el que enamoró a generaciones a principios de los 2000 o a la calidad de las obras de culto de los 90 y 80. Sin embargo, ahora hay más que nunca, su calidad de producción es cada vez mejor, hay más facilidad para ver cualquier anime que nunca y, encima, se están dejando atrás prácticas como las temporadas de relleno.

Sin embargo, ya sabemos como acaban estas cosas. Acaba habiendo demasiado y muchas cosas que merecen la pena nunca llegan a su público. También, aunque esto tiene su parte mala como su parte buena, siempre podemos elegir recurrir a animes pasados y alejarnos un poco de las novedades. Esto, desde luego, es un ejercicio que hay que ir haciendo. Por eso, mientras hemos empezado el año pendientes de 'Sakamoto Days', de 'Solo Leveling' temporada 2 o de 'Los diarios de la boticaria' temporada 2, queremos sacar a la luz otro anime perdido entre la masa.

Cuando recomendábamos hace unas semanas 'Steins Gate' lo hacíamos por su facilidad de acceso (está en Netflix) y por su duración, solo 26 episodios. Pero es que hoy vamos a mejorar la oferta, eso sí esta vez pasamos de un anime de 2013 a uno de 2018, aunque con raíces de más de un siglo. Hoy nos toca hablar de 'Devilman Crybaby'.

devilman crybaby
Netflix

Creado originalmente para Netflix hablamos de un anime de solo 10 episodios. Una cifra extrañísima para el mundillo, la verdad. 'Devilman Crybaby' se basa en un manga de Go Nagai, mítico autor de la también legendaria serie clásica 'Mazinger Z'. Por eso lo primeros que debemos decir de la historia de 'Devilman Crybaby' es que forma parte de las bases y orígenes del mundo del anime. La primera serie data de 1973, pero tuvo también otra serie en 1998, además de varias OVAs y películas a lo largo de las décadas.

Sin embargo, no se nos ocurre mejor versión que la última para descubrir la historia. La razón es la nula censura que hay en ella. 'Devilman Crybaby' llega mucho más lejos a nivel de sexo y de violencia gráfica de lo que esperaríamos de un anime comercial. Es una serie salvaje y alocada de una animación y diseño muy personal, muy fluido y plástico, a veces feísta y otras puramente estilizado. Es un desfile alucinado que encaja con una maravillosa banda sonora y un nivel narrativo que, visto la brevedad de la historia, obviamente no pierde el tiempo.

devilman crybaby
Netflix

Sin querer desvelaros mucho de la historia, os diremos que 'Devilman Crybaby' nos lleva hasta una complicada batalla entre demonios y humanos a través de un joven llamado Akira Fudo convertido en Devilman, un demonio con corazón humano. Lo que sigue es una serie de batallas, revelaciones, traiciones y crítica social que no dejará a nadie indiferente.

Headshot of Rafael Sánchez Casademont

Rafael es experto en cine, series y videojuegos. Lo suyo es el cine clásico y de autor, aunque no se pierda una de Marvel o el éxito del momento en Netflix por deformación profesional. También tiene su lado friki, como prueba su especialización en el anime, el k-pop y todo lo relacionado con la cultura asiática. Por generación, a veces le toca escribir de éxitos musicales del momento, desde Bizarrap hasta Blackpink. Pero no se limita ahí, ya que también le gusta escribir de gastronomía, viajes, humor y memes. Tras 8 años escribiendo en Fotogramas y Esquire lo cierto es que ya ha hecho un poco de todo, desde entrevistas a estrellas internacionales hasta presentaciones de móviles o catas de aceite, insectos y, sí, con suerte, vino.  Se formó en Comunicación Audiovisual en la Universidad de Murcia. Después siguió en la Universidad Carlos III de Madrid con un Máster en Investigación en Medios de Comunicación. Además de comenzar un doctorado sobre la representación sexual en el cine de autor (que nunca acabó), también estudió un Master en crítica de cine, tanto en la ECAM como en la Escuela de Escritores. Antes, se curtió escribiendo en el blog Cinealacarbonara, siguió en medios como Amanecemetropolis, Culturamas o Revista Magnolia, y le dedicó todos sus esfuerzos a Revista Mutaciones desde su fundación.  Llegó a Hearst en 2018 años y logró hacerse un hueco en las redacciones de Fotogramas y Esquire, con las que sigue escribiendo de todo lo que le gusta y le mandan (a menudo coincide). Su buen o mal gusto (según se mire) le llevó también a meterse en el mundo de la gastronomía y los videojuegos. Vamos, que le gusta entretenerse.