Los 15 mejores capítulos de 'Rick y Morty', de peor a mejor

Los primeros y últimos capítulos de temporada suelen ser aquellos en los que la serie se permite avanzar en algo las grandes tramas de la serie. Aquí se adentró en el estado matrimonial de Beth y Jerry, en la orientación sexual de este último, en el pasado de Rick, en la rebeldía de Morty y, sorprendentemente, en una Jessica que por primera vez fue algo más que el sueño de la pubertad de Morty. Todo disfrazado bajo una locura temporal con una lejana sociedad y un Aquaman sexual que, llamadnos raros, queremos volver a ver.

Unos cristales que, al tocarlos, enseñan como morirás dependiendo de tus elecciones. Es una idea digna de una película de 3 horas de Nolan que ‘Rick y Morty’ utilizó para abrir su cuarta temporada, llena de desvíos temporales, muertes y sorprendentes universos paralelos.

Otra clase de creación masiva a partir de una minucia. El motor de la nave de Rick deja de funcionar y, mientras que Summer se queda sola viendo como la nave liquida a todo el que se acerca de las formas más crueles posibles, Rick y Morty se adentran en la sociedad en miniatura que sirve de energía al vehículo.

Si viste este capítulo en el móvil o una pantalla pequeña puede que lo odies pero pocos momentos en la televisión Sci-Fi pueden competir con este episodio en el que Rick y Morty intentan volver a unir sus realidades en una sola, mientras nosotros vemos todas y cada una de ellas en una pantalla cada vez más fraccionada.

Heredero espiritual de ese ya lejano ‘Total Rick-All’ de la temporada 2, emitido en 2015, este capítulo también volvió a recordarnos la poca importancia de la autenticidad de nuestros protagonistas, algo que aprendimos en la temporada 1 con ‘Rick Potion N9’ (2014). Básicamente, una escalada de familias Smith asesinadas que vamos descubriendo como clones hasta una matanza global en la que nadie sabe quiénes son los verdaderos. Y puede que nunca lo sepamos porque su final, como el resto del episodio, también bebe mucho de ‘Blade Runner’.

Poco tardaron ‘Rick y Morty’ en regalar algo a la cultura popular, los Meeseeks. Como si fuese un Doraemon corrupto, Rick le daba a su familia una caja de ayudantes llamados Meeseeks cuya sed de resolver los profundos y complejos problemas de la familia acaba en locura, matanzas y pura diversión.

‘Rick y Morty’ no es una serie corriente y lo sabemos precisamente desde este sexto episodio. Nunca olvidaremos nuestro asombro al descubrir como Rick y Morty abandonaban a su familia y seres queridos en un mundo que habían llenado de deformidades tildadas de Cronenbergs. Se van a un universo paralelo donde acaban de morir, se entierran a sí mismos, y allí se quedan para siempre, como sustitutos en una familia paralela.

Podríamos decir que lo que nos fascina de este episodio, titulado como si fuese un capítulo de ‘Friends’, es la absurda premisa de escapar tirándose a un tanque de ácido. Sin embargo, lo arrebatador de este episodio es el concepto de guardar un punto de partida y retroceder a él si algo sale mal. La secuencia sin diálogos en la que Morty conoce al amor de su vida y aguanta incluso un accidente aéreo para no retroceder al antes de conocerla es el momento más humano de tan patético y sufridor personaje.

Dejando al Morty del parche en el ojo, o Evil Morty a un lado, y sin noticias de la madre de Beth, la gran trama de estas últimas temporadas es Space Beth. Tras el final de la temporada 3, la serie parecía haberse olvidado de ella, así como de los post-créditos de la temporada 2 con un reconstruido Hombre Pájaro. Ambos personajes aparecieron en un episodio lleno de acción que, sin embargo, se permitió acabar con un Rick desesperado y cobarde, una confesión de su soledad y profunda melancolía, su desconocimiento de cuál de sus hijas es la verdadera y cuál un clon.

‘Rick y Morty’ es aplaudida por su libertad narrativa y por la complejidad de sus ideas y episodios, pero también por la desvergonzonería de sus apuestas. Aquí Rick se convierte en pepinillo y, aun así, consigue convertir su cuerpo en funcional y sobrevivir a un ejército de ratas cuál épico blockbuster. Es una idea que parece salida de dos fumados a las 5 de la mañana antes de desmayarse, pero llevada a cabo por un equipo de maestros del oficio. La muestra de que en la sala de guionistas de la serie nadie tiene miedo a hablar ni a proponer cualquier cosa.

La gran arma de Rick es la pistola de portales que le permite conectarse entre dimensiones. Con eso, no tardamos en descubrir que varios Ricks internacionales habrían creado un consejo entre ellos. Nuestro Rick, que es el más Rick de todos, va por su cuenta pero en este capítulo aparecieron los demás para acusarle de asesinato. El final, en el que descubrimos que detrás de todo no está un Rick sino un Morty, es el momento en el que conocimos al gran villano de la serie.

Cuando todavía pensábamos que ‘Rick y Morty’ iba a ser una serie más corta con una historia más limitada, este final de temporada fue un auténtico y dramático clímax. La boda de su mejor amigo, Hombre pájaro, es el suceso que utiliza el gobierno espacial para intentar acabar con Rick y su familia. Al final, en un momento realmente dramático que luego no lo sería tanto, Rick se entrega salvando a sus seres queridos. Por supuesto, Rick tendría un plan que se convertiría en el mejor episodio de la serie.

Más allá de la aparición icónica del Señor Pantalones de popó, quizás sea esta la aventura individual más vuela cabezas de la serie. Rick descubre que su familia ha sido infectada con un parásito capaz de crear recuerdos en sus huéspedes para reproducirse. Así, la residencia de los Smith se llena de extraños personajes que para los protagonistas son viejos amigos. La clave está en que el parásito no puede crear recuerdos negativos por lo que a los protagonistas les toca acabar con todo ser viviente que recuerdan de manera positiva. Inolvidable la historia de Jerry…

Es el episodio mejor puntuad en IMDB pero nos resistimos a ponerlo en primer lugar al no aparecer en él los verdaderos protagonistas de la serie. Cuenta el ascenso al poder de un Morty en la reconstruida Ciudadela de los Ricks. Un capítulo protagonizado por decenas de variantes de ambos protagonistas en el que conocemos el intrincado tejido social del lugar como si estuviésemos viendo ‘The Wire’. Además, tiene un revelador final que conecta directamente con el 1x11. La línea argumental más interesante de la serie llegó entonces a su (por ahora) clímax.

Se estrenó antes de tiempo, como quien no quiere la cosa, y sigue siendo inalcanzable. El final de la temporada 2 nos dejaba con la derrota de Rick, la muerte de su mejor amigo, Hombre Pájaro, y el abandono de su familia. En 20 minutos de episodio, Rick revierte el control mental con el que lo interrogan (aunque da ciertas pistas sobre su traumático pasado con su esposa que todavía no se han resuelto), rescata a sus nietos de la Ciudadela de los Ricks y hace caer todo el gobierno galáctico en una batalla épica. La mayoría de series necesitarían varias temporadas para acercarse a las cantidades de narrativa, emoción, sorpresa, chistes, acción y drama de estos 20 minutos.