'Juego de Tronos': Las 15 mejores escenas

Bram (Isaac Hampstead Wright) sorprende a Jamie Lannister (Nikolaj Coster-Waldau) y su hermana Cersei (Lena Headey) en una situación comprometida. El final del capítulo piloto dejó helada a una audiencia aún desprevenida.

¿Qué se puede esperar de una serie que le corta la cabeza a su estrella? Los espectadores que no habían leído a George R.R. Martin –a estas alturas, aún los que más– se quedaron con la boca abierta al ver el final de Ned Stark (Sean Bean).

"No quiero tus gritos, quiero tu vida", decía Daenerys (Emilia Clarke) a la maegi que no curó a Khal Drogó (Jason Momoa) antes de atarla a la pira funeraria. Ella también entraría, y saldría con tres dragones: el fantástico irrumpía en la serie.

Melisandre (Carice van Houten), la sacerdotisa que aconseja a Stannis Baratheon (Stephen Dillane), pare una sombra que asesina al hemano menor de este, Renly (Gethin Anthony) ante la presencia de Brienne de Tarth (Gwendoline Christie) y Catelyn Stark (Michelle Fairley).

Sangre, muerte y fuego valyrio con Tyrion (Peter Dinklage) liderando a sus tropas después de la espantada del rey Jofrey (Jack Gleeson). Su arenga ("¡Hombres valientes llaman a nuestra puerta! ¡Matémosles!"), antes de casi perder la vida y la nariz en la batalla, marcó un antes y un después. Esta serie iba en serio.

En su huida, Samwell Tarly (John Bradley) se cruza
con una caravana de Caminantes Blancos. Los habíamos intuido en el arranque del capítulo piloto, pero ahora ya son una certeza: el Invierno se acerca.

En poco menos de 20 episodios, Jaime Lannister ya era el malo-bueno del show. Por eso ver cómo Locke (Noah Taylor) le corta su mano derecha para que recuerde para siempre que tiene una deuda que pagar, duele mucho más.

Ya con Ser Barristan Selmy (Ian McElhinney) a su lado, Daenerys no peca de la ingenuidad de Ned Stark y hace lo que tiene que hacer para conseguir su ejército de esclavos Inmaculados. Khaleesi rompe cadenas y ya se hace temer.

En una serie que suda sexo, el encuentro carnal (por fin) entre Jon Nieve (Kit Harington) e Ygritte (Rose Leslie) caldeó el ambiente en una helada cueva de Más Allá del Muro. Jon quebrantó el juramento de la Guardia de la Noche, pero es que el bastardo tiene debilidad por las pelirrojas.

¿Quién iba a pensar que el miedoso y torpe Samwell Tarly pasaría a convertirse en Sam el Mortífero? La razón, apuñalar con un cuchillo de vidriagón, es decir obsidiana, a un Caminante Blanco que amenazaba a sus protegidos, Gilly (Hannah Murray) y su hijo recién nacido.

Pobre Margaery Tyrell (Natalie Dormer), desposada por un rey dos veces, dos veces viuda. Será que se le atragantan los Baratheon. A diferencia de la anterior boda de la serie, el final de esta sí dejó contenta a la audiencia: ¡Trágate esa, Jofrey!

Después de (otro) incendiario discurso en su juicio por asesinar a Jofrey, Tyrion ve cómo Oberyn Martell (Pedro Pascal) se sirve de su acusación para saldar deudas pendientes con Gregor ‘La Montaña’ Clegane (H.J. Björnsson). El combate terminó con otro de los grandes momentos televisivos del año.

Gigantes enfurecidos, mamuts y salvajes siguen a Mance Rayder (Ciarán Hinds) en su desesperado intento por cruzar el muro. Fracasarán, pero lo más doloroso será ver cómo Ygritte muere en los brazos de Jon Nieve.